Desde el 31 de marzo, vivimos el cambio de la hora en cumplimiento de una directiva que afecta obligatoriamente a todos los Estados miembros de la Unión Europea. Comienza así el horario de verano y dejamos atrás el crudo y largo invierno en el que la luz dice adiós demasiado pronto.
Este cambio horario se produce según dicen los expertos para ahorrar energía. En concreto se ahorra un 3% en iluminación entre los meses de marzo a octubre, lo que equivale a 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones corresponden al potencial de los hogares españoles (alrededor de seis euros por hogar) mientras que los 210 millones restantes se ahorran en la industria.
Investigando sobre este tema he descubierto curiosidades muy llamativas. En los años 1920 a 1925 y del 1930 al 1936 no se realizó cambio alguno en el horario. Durante la Guerra Civil Española, además del caos que se vivió entonces, los relojes también tuvieron bastante ajetreo. Existían diferentes cambios para la Zona Republicana o para la Zona Nacional. Los años 1941, 1947, 1948 y el período entre 1950 y 1973 tampoco tuvieron cambio de horario de verano. Hasta 1981 no se aplicó como directiva y fue entonces cuando el cambio se realizaba a las 2h de la madrugada para retrasarlo y a las 3h de la madrugada para adelantarlo.
También es este tema del cambio horario surgen polémicas. En los últimos años varios colectivos luchan para conseguir que se vuelva a adoptar la hora del Meridiano de Greenwich. Y es que España no se rige por este meridiano cuando sería lo más lógico, nuestro país adoptó el 2 de mayo de 1942 el horario de Europa central y, desde entonces, está en la zona horaria equivocada, según los expertos. Ello hace que España esté desubicada respecto a su hora solar. Por eso se pide adoptar la zona horaria a la que tiene Reino Unido o Portugal (una hora menos) para aumentar nuestro rendimiento laboral y contribuir a nuestro bienestar. En fin, a lo mejor si cambiamos la hora tal y como plantean rendiremos más en el trabajo, eso sí, si la crisis lo permite y nos deja trabajar.