Soria se sitúa en cabeza de las provincias que luchan contra la despoblación en todo el estado español y así lo pone de manifiesto la feria de Presura celebrada durante el pasado fin de semana en los locales de “El Hueco”.
Las administraciones sorianas llevan mucho tiempo trabajando en este empeño, tanto el Ayuntamiento de la capital como la Diputación Provincial son un ejemplo de trabajo constante, coordinado y de colaboración, por lo menos en este asunto, con el sector privado, empresarios y asociaciones.
El alcalde de Soria -Carlos Martínez- y el presidente de la Diputación -Luis Rey- forman un equipo perfectamente alineado, con una estrategia clara y una sólida base conceptual donde se nota la mano académica de la catedrática Mercedes Molina, otra ilustre soriana con muchos años de estudio y experiencia en esta materia.
Las consecuencias de la despoblación son devastadoras en muchos aspectos: personal, familiar, patrimonial, educativo, sanitario, de oportunidades, de pobreza, de aislamiento, de desarrollo profesional, etc; y por ello creemos que la lucha contra la despoblación ha de estar sustentada en estos principios:
IGUALDAD. Es el principio básico sobre el que fundamentar la necesidad de luchar contra la Despoblación. El artículo 14 de nuestra constitución dice: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”
La igualdad territorial, sanitaria, demográfica, educativa, patrimonial, histórica, cultural, etc, debe estar garantizada por las administraciones, independientemente de donde hayamos nacido.
SOLIDARIDAD. La solidaridad entre lo rural y lo urbano, entre lo público y lo privado, entre regiones ricas y regiones pobres debe sustentar la lucha contra la despoblación.
Esa insolidaridad social se traslada al ámbito geográfico al disponer cada autonomía de sus recursos; nadie quiere repartir con el vecino y se ha disparado el sentimiento nacionalista en lugares donde no existía.
El problema de la España interior NO se va a resolver mientras el Estado esté pendiente de complacer a las regiones ricas, que son las que tienen más peso.
La solidaridad entre Autonomías debe servir para corregir los desequilibrios entre regiones y comarcas y no reproducir el modelo centralista español, donde las capitales absorben las tres cuartas partes de la población.
DIGNIDAD Y ORGULLO RURAL. Somos los vecinos de los pueblos los que debemos hacer atractivo vivir en los pueblos, pero NO con nostalgia y resignación sino uniéndonos y exigiendo a las administraciones medidas concretas que:
Garanticen los derechos de los pueblos a los servicios básicos: Sanidad, Educación, Igualdad, Seguridad, Infraestructuras, etc.
Faciliten las condiciones para el fomento y creación de empleo sostenible: Fiscales, Económicas, Sociales, etc.
Impidan la pérdida de nuestro patrimonio: Medio ambiente, Cultura, Historia, Tradiciones, Costumbres, etc.
En muchas zonas rurales se mantienen prejuicios y atavismos históricos, con una ideología dominante. Hay que dignificar el mundo rural y abandonar el inmovilismo como única solución al interes personal aun a costa del interés general y los ayuntamientos deben ser actores principales en la lucha; con capacidad y autonomía para responder a las demandas sociales; recuperando el valor de “lo común” y el de “la comarca”.
Autonomías, Estado, CEE, Ayuntamientos, Entidades Cívicas, Mancomunidades, Comarcas, Empresarios, Sindicatos, Asociaciones, Ciudadanos….; “Solo con la colaboración coordinada de TODOS lo podremos conseguir”.
Varias entidades e instituciones implicadas en la comarca pinariega participaron en la Feria como Repuebla, el Ayuntamiento de Navaleno, el Proyecto Arraigo, Asopiva, Sodebur y el Club Desafío Urbión