Por estas fechas han llegado a mis manos recortes de periódicos de Soria tratando el tema de las fincas de Sta. Inés y El Quintanar, caseríos de Vinuesa, y la iniciativa de recoger firmas a través de Change.org
Mientras en alguno se da la noticia escueta, clara y verídica, en otros se incluyen frases tendenciosas y falsas. Por ejemplo, en uno publicado el 10 de febrero se dice: “[…las fincas expropiadas en la dictadura franquista y que en la actualidad pertenecen al Ayuntamiento de Soria y a la Mancomunidad de los 150 pueblos,…” Ambas afirmaciones son falsas. No fueron expropiadas ni esos son sus dueños como lo demuestran las siguientes razones:
Primera: No fue una expropiación (no nos cansaremos de repetirlo) sino una usurpación, un robo. Expropiar es desposeer de una cosa a su propietario, dándole en cambio una indemnización; se efectúa legalmente por motivos de utilidad pública. Ninguna de esas dos circunstancias se dieron: ni nos abonaron una peseta, ni se trataba de un bien público.
Segunda: Las fincas no pertenecen al Ayuntamiento de Soria y la Mancomunidad, por mucho que se empeñen en decirlo, puesto que los títulos de dominio los tenemos los afectados. La Administración no tiene más documento que el Deslinde, y un deslinde ni da ni quita propiedad. Y ahora tienen unas sentencias fundadas todas en los deslindes de 1953 y 1954.
En otro artículo del 5 de febrero, firmado por V.F.S., se repite la palabra expropiación cuatro veces. Recalcamos, con toda claridad, que no fue una expropiación sino una usurpación y que hay que llamar a cada cosa por su nombre. Este cambio de palabras se nos antoja que solo puede deberse a dos motivos: ignorancia o mala fe pretendiendo justificar lo injustificable. También dice V.F.S. que los que firman son los afectados –faltaría más- o descendientes de otras personas que sufrieron otras expropiaciones forzosas. ¿No se le ocurre pensar que tal vez firmen aquellos que se indignan ante las injusticias, aunque no les afecten personalmente?
Lo que vamos a conseguir está por ver. De momento, hay firmantes de EE.UU., Irlanda, México, Australia… los cuales no parecen sospechosos de haber sufrido expropiaciones ni robos en tiempos de la Dictadura. O sea, hemos conseguido ya:
- Que en gran parte del mundo se enteren de las cosas que se hacen en Soria y, si extrapolamos, de lo que se hace en España. Cosas de las que no creo que podamos sentirnos orgullosos. ¡Consecuencia de las nuevas tecnologías!
- Conseguimos también que Ayuntamiento de Soria y Mancomunidad de los 150 pueblos sigan sin poseer nuestras fincas quieta y pacíficamente. Asunto este que tiene su importancia, aunque no lo parezca.
Y copiando un trozo del artículo “Resulta que nos salvaron ellos” de Pérez Reverte: “Cuando deformas la memoria histórica, el truco puede funcionar con los tontos, los ignorantes y los que no quieren problemas. La gente ya no se acuerda o no sabe. Pero otra cosa es manipular hechos que todos hemos vivido y recordamos perfectamente. Y eso es lo insultante. Que sólo veinticinco años después, esta gentuza nos considere tan olvidadizos y tan estúpidos”. En nuestro caso son algunos años más, pero el párrafo es perfectamente aplicable.
Sr. o Sra. V.F.S., le aconsejo que, cuando se ponga a escribir, no manipule la información, porque las mentiras no se convierten en verdades por mucho que se repitan. Y porque nuestra historia todavía se conserva en la memoria de muchos y, además, está suficientemente documentada.
8 de septiembre de 2015
Mª Milagros Ramos Orensanz
Secretaria de la Asociación pro Defensa de las Fincas de Sta. Inés, Quintanarejo y Verdugal