El próximo café lo pago yo, por Germán Martínez Rica
Hola. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? Sí… estoy hablando contigo. ¡Eyyy, si contigo! ¡Presta atención! Y por favor, no me pongas esa cara, me dirijo a ti. Sí, a ti.
Quería hablar contigo. Y sí, ya lo sé, vas a decirme que este no es el modo más común de escribir un artículo de opinión. Y sí, también lo sé, pero al fin y al cabo soy yo quién lo escribe y me tomé esta licencia. Quiero serte franco. Hablar de tú a tú. Tú estás ahí y yo estoy aquí. Y sí, aunque no te diste cuenta, ya estamos hablando. Tranquilo, termina tu café. O tal vez estés en casa, en el sofá, o en tu mesita de escritorio. Da igual. Lo importante es que estás ahí. ¿Me escuchas verdad? Yo sé que lo haces. Para bien o para mal hoy si llamé tu atención. Hola de nuevo. Sé algo sobre ti. Venga, relájate… ¿Eres de pueblo verdad? Vamos, no frunzas el ceño... Eres de pueblo. ¿Lo eran tus abuelos y tus bisabuelos no? Tu sangre te delata. El ADN de tus apellidos me dice que sí. Eres de pueblo. Puedes sonreír si quieres. No pasa nada. Estás orgulloso de ser de pueblo. Yo también lo estoy. Por eso estamos hablando. Pues toma nota... vas a desaparecer. Y no, no hablo de magia. A mí sólo me gusta hablar así. Vas a desaparecer. Los libros de historia no hablarán de ti. Y no, no me pongas caras. No serás recordado. ¡Venga, no me digas que no lo sabes! ¿No quedamos en qué eras de pueblo? Pues eso, que vas a desaparecer. Tú historia, tu sangre, tu cultura, tus recuerdos, tu familia, tus tradiciones…tú…y tu ADN se perderán. ¿Te entristece? Va a ser así. Tú eres tu pueblo. Y nuestros pueblos están desapareciendo. Al sistema no le gusta casi nada, pero si algo odia, es la libertad del individuo. No nos quiere. No quiere nuestro modelo sostenible y solidario de vida. No quiere gente que respete a la madre tierra y las tradiciones. Y está haciendo todo lo posible por hacernos desaparecer. Quiero que dejes de sonreír. Y quiero también que te enfades. Que pienses en lo que te estoy diciendo. Que tomes conciencia de lucha y empieces a protegerte y a preservar tu pueblo. Si te amas harás lo que te digo. Siento haberte hablado así. Termina tu café o prepárate uno. No da tiempo para más. El próximo café lo pago yo. Por las molestias, claro.