Desde hace unos meses el Ministerio de Trabajo inspecciona el bar de la Asociación Cultural de mi pueblo y mientras el presidente me anuncia que nos van multar con unos 17.000 euros veo otra noticia similar ocurrida en Teruel, me quedo estupefacta. Después de la indignación inicial, recuerdo el bombardeo que he sufrido y digo sufrido, con las noticias sobre reuniones que convocan grupos de urbanitas para tomar medidas contra la despoblación; a estos se suma el Gobierno con sus propuestas de desarrollo para el medio rural diseñadas en los despachos de La Castellana o en las Cátedras de Universidades a las que nuestros hijos nunca irán.
Pues bien, esta es la realidad: los pueblos no tienen servicios, no tenemos autobús a Soria, lo que nos impide estudiar o trabajar, nuestro médico de cabecera tiene que cambiar el horario continuamente porque no puede atender guardias y consultas, de manera que nos es imposible saber cuando vendrá la próxima semana, nuestras comunicaciones son pésimas, ¿4G? Ya vamos por el 4!!!!! No he conocido ninguno de los anteriores…
Y para colmo ahora Trabajo se dedica a perseguir los teleclub/centros culturales de las zonas más despobladas de Europa. Al mismo tiempo que perdonan deudas millonarias a los Club de fútbol nos las ponen a nosotros, persiguiendo actividades económicas tan lucrativas como el café con leche de las 6 señoras que aún tienen ánimos de jugar a las cartas, el chocolate que una de las madres hace para los 5 niños que viven en el pueblo o la cerveza del sábado que tomamos las 6 parejas que hemos apostado por nuestro pueblo, nos encantaría tomarla en la cafetería de la esquina pero sólo tenemos el bar de la Asociación.
Señores políticos, no vuelvan a vender el desarrollo rural en su campaña electoral con esas medidas absurdas tomadas desde de Madrid o Valladolid, NO EN MI NOMBRE.
Olga Pérez – Muriel Viejo (Soria)