El voto a Santa Maria Magdalena en San Leonardo, por Teodoro De Miguel
¿Por qué los vecinos del concejo de San Leonardo eligieron a Santa María Magdalena y no a otra santa como su patrona?.
Para contestar esta pregunta tenemos que remontarnos a la época de la segunda reconquistada a los moros y repoblación de nuestra tierra,. Es en el siglo XII, cuando los primeros colonos franceses que llegaron a ella, crean un nuevo barrio que bautizaron con el nombre de “Burgo de Sant Leonarde”, convertido mas tarde en la villa de San Leonardo. Entre las costumbres importadas por dichos colonos franceses, estaba la de renovar el regimiento de su concejo el 22 de Julio de cada año -día de la bendita Magdalena cuya onomástica celebraban en Francia-, en dicho día se nombraban nuevos alcaldes y regidores para que ejercían sus oficios durante un año.
El 22 de Julio del año 1.484, la Villa de San Leonardo fue pasto de las llamas abrasándose toda ella, -excepto la Iglesia de Santa María de la Cuesta-, sin poder sacar ni remediar cosa alguna. Casi sin haber tenido tiempo de reconstruirla y de resarcirse de tan grandes pérdidas, el 22 de Julio de 1.490, volvió a quemarse la villa, salvándose únicamente de las llamas la mencionada Iglesia.
Ante tan grave tribulación y pérdidas, los vecinos de la villa de San Leonardo, se vieron obligados a solicitar ayuda y amparo a los Reyes católicos, y estos residiendo en Córdoba a través de un Alvalá, el 6 de Noviembre de 1.490, eximen del pago de todo tipo de impuestos por doce años, a los vecinos que hagan sus casas de piedra o tapia, y por seis años, a los que las hagan de madera.
Para remediarse en lo posible de semejantes males, los vecinos del Concejo viéndose fatigados y acongojados de tan gran tribulación, se encomendaron a Dios Nuestro Señor de todo corazón, suplicando su misericordia para que en adelante se apiadase de ellos, y no permitiese por ellos tan gran mal. Y para aplacar la “Ira de Nuestro Señor”, tomaron por Abogada y Patrona a la Bienaventurada Santa María Magdalena. Y para que les defendiese del fuego, los vecinos que había en la villa y tierra todos juntos sobre el año 1.497, hicieron un solemne voto jurando cumplirlo fielmente, prometiéndolo por sí y por sus descendientes que habitasen en esta villa y tierra. En el Archivo de nuestra Parroquia se encuentra bien conservada una copia del voto efectuado el año 1538, habiéndose determinado muchos años antes.
En dicho voto, los vecinos y moradores de la Villa de San Leonardo junto con los de los lugares de: Arganza, Casarejos, Vadillo y Navaleno, se obligaban a asistir a la misa y procesión el día de la Bienaventurada Magdalena - 22 de Julio -, celebrada por sus Clérigos vestidos con sus sobrepellices, con tanta devoción, como el día de Pascua. La procesión tenían que andarla cada pueblo con sus cruces delante, saliendo por la puerta de Soria, yendo siempre alrededor de toda la villa rezando con mucho silencio, llevando todos los pies descalzos, yendo los alcaldes ordenando la gente, y después de acabada la misa y haber comido todos en sus casas, se corriera un toro o novillo en la plaza de la villa con mucho placer, y después de haberlo corrido un gran rato, le matasen y con gran diligencia se cociese, y cocido, se hiciese sentar toda la gente que en la dicha Villa se hallase, los hombres por su parte, las mujeres por la suya, los mozos por su parte y las mozas y niños por la suya; y así sentados, diesen a cada uno de todos los que allí estuviesen y lo quisiesen recibir, caridad de una rebanada de pan y una tajada de carne cocida del novillo o toro que habían corrido, y dos veces vino, y hecho esto, se fuesen todos alabando a Dios cada uno donde le pluguiese.
Advirtiendo que lo votado no se podía hacer bien en un solo día, y que por correr el toro dejaban de oír misa, y que la caridad no se daba como se debía dar, sino muy tarde y mal cocida y aderezada, sin quitarse ni apartarse del voto, el 25 de Julio de 1.538, los vecinos y moradores de villa y tierra reunidos en concejo en unión del Reverendo Fray Bartolomé de Salazar, Abad del Monasterio de San Pedro de Arlanza, como Señor de la villa, le pidieron licencia para poder reformar el voto, de forma que el toro se corriese en día distinto al de la caridad con el fin de poder darlo bien aderezado y con buena limpieza, una vez bendecido por el prior.
Durante el Pontificado de Urbano VIII (1.623-1644), fue expedida un bula a través de la cual se eximia la obligación de celebrar y guardar las fiestas, dispensando los votos y dejando a la voluntad de los celebrantes su uso. Aprovechando dicha bula, las aldeas de Casarejos, Vadillo y Navaleno se apartaron de la obligación del voto y de participar en las fiestas de Santa María Magdalena, dejando de asistir desde dicha publicación, quedando el voto anulado.
El 7 de Enero de 1.645, deseando los vecinos de la Villa y el lugar de Arganza continuar con la obligación de dicho voto, solicitaron a Don Antonio Valdés,- por la Gracia de Dios y de la Sede Católica Romana, Obispo de Osma- permiso de renovación del Voto a Santa María Magdalena, voto que sus antepasados habían seguido y guardado fielmente, reconociendo a la Santa por su abogada y patrona por los grandes beneficios que de sus necesidades habían recibido, y en particular en dos voraces incendios que habían talado y destruido la villa.
El 2 de Febrero de 1.645 -día de la Purificación de Nuestra Señora-, se renovó dicho voto en presencia del Padre Predicador Fray Plácido Romero, cura vestido con capa y estola blanca, acompañado de los beneficiados, el bachiller Juan Cano cura del escusado de Navaleno y del licenciado Juan García, cura del escusado de Arganza, vestidos todos de diáconos; los cuales por su antigüedad, fueron poniendo la mano derecha sobre un libro de los Santos Evangelios diciendo: “ansi lo votamos”. Luego llegaron con la misma ceremonia y palabras los demás vecinos de esta villa haciéndolo en dicha forma y manera. A petición de los vecinos, fue aprobado el nuevo voto por el Sr Obispo de Osma, el 5 de Febrero de 1648.
En el año 1651, de las 120 casas que tenía la villa, se abrasaron y consumieron todas menos diez.
Los libros de cuentas del concejo de la villa de San Leonardo y el lugar de Arganza, nos permiten hacer un seguimiento de la celebración de dicho voto.
Así vemos como en el Concejo celebrado el 8 de Julio de 1.798....
En el concejo del 21 de Julio de 1.801, decretaron:
El 22 de Marzo de 1.802 aprobaron: < Que habiendo tenido presente y echo saber a todos los vecinos de ambos pueblos, el acuerdo que se hizo el día 21 de Julio pasado, sobre si a de seguir o no la caridad que se ha acostumbrado dar el día de Santiago anualmente, unánimes y conformes acordaron, que sin embargo de lo expuesto en el nominado acuerdo del día 21; que se siga la función en los mismos términos que se ha seguido anteriormente, matando el toro en la `plaza, según se ha matado, y repartirle en caridad en los mismos modos que se ha acostumbrado, y pan y vino de la misma manera acostumbrada; y habiéndose tomado por votos mediante haber algunos discordes, hubo solo 7 votos para que no se hiciese la función, y 76 para que se siga según costumbre>.
El 21 de Julio de 1.803 acordaron:
El 7 de Diciembre de 1.804, reciben una Orden del Exmo. Señor Gobernador del Consistorio por la cual desde el 13 de Agosto último, se previene a las Justicias, no se hagan gastos del común en las funciones de 2 de Febrero y 22 de Julio de cada un año, pero a pesar de dicha Orden se sigue con las fiestas.
El 7 de Julio de 1.805 decretan en concejo:
El 21 de Julio de dicho año:
El 18 de Julio de 1.809 en plena guerra de la Independencia contra los franceses, estando los pueblos totalmente arruinados por las excesivas y abusivas contribuciones efectuadas en víveres y dinero suministrado tanto a las tropas francesas como a las nacionales, acuerdan:
< Que con motivo de las actuales circunstancias y los tiempos tan calamitosos, y en que al presente nos hayamos sin ejemplar y por solo este año, se suspenda la función de Novillo y Caridad que todos los años se acostumbra dar para Santa María Magdalena y Santiago, y sólo si la de Iglesia> Pero llegando el día 23. Decretan:
El 23 de Julio de 1.810 decretaron:
El 18 de Julio de 1.819 acuerdan:
A finales del siglo XIX, tras el derribo de la muralla que rodeaba nuestra villa, a la calle nueva que surgió partiendo de la puerta de Burgos hacia la Iglesia de Santa María de la Cuesta - paralela a la plaza-, se la bautizó con el nombre de: Calle de la Magdalena, en honor de tan bondosa Santa.
Pese a todos los impedimentos y avatares ocurridos a través de los tiempos en nuestra villa, los Sanleonardenses hemos sabido guardar con orgullo, devoción, fe y firmeza, el Voto que nuestros antepasados prometieron guardar honrando a nuestra patrona Santa María Magdalena.