Adiós a la cabecera del periódico diario en Soria
El nuevo medio que ve la luz en la provincia supone un nuevo proyecto, más ilusionante para sus promotores, y que deja una veintena de personas sin empleo.
Perdemos en Soria el privilegio de contar con dos periódicos en papel de la información diaria de la provincia. Atrás quedan nuestras manías por ver cuál de los dos colaba el reportaje de moda, la última noticia o la publicidad más buscada.Ya no podemos presumir, ante los compañeros de la Federación Nacional de Periodistas de que, con la que está cayendo, Soria tiene dos diarios en papel.
Recuerdo ahora con cierta nostalgia lo mal que nos sentaban las primicias de Antonio Hernández en el Soria Semanal, o la envidia que nos daba el acuerdo de Diario de Soria con El Mundo, ya desde El Heraldo de Soria.
Ya pasan a otra época la pugna de los dos constructores para hacerse con los favores de la institución de turno. Las manidas y tergiversadas fórmulas de hacer comulgar a los lectores con rueda de molino en algunas polémicas y el constante, y no siempre bien valorado trabajo, de los periodistas, que aguantaban chaparrones en una tarea de muchas horas y poco sueldo.
Ahora nace un proyecto nuevo, ilusionante, con proyección. Lo hace como llegan los embarazos no deseados, con incomprensión. Que una veintena de trabajadores se queden sin empleo no es para descorchar champán. Pero todos sabemos lo difícil que ahora es salir con un periódico en papel. Nos hubiera gustado que siguieran los dos, pero el camino podía haber sido la desaparición de ambos, y aquí nadie habría pedido responsabilidades.
Como siempre que nos justifican los escasos fondos y ayudas que llegan a Soria, en un "conformaros con lo que teneis que podeis estar peor", nos hacen creernos que somos unos privilegiados. Pobres, pero dignamente discriminados,.
Quiero ser positivo y pensar que, detrás de esta decisión dolorosa con reducción de plantillas, hay un gran proyecto.
Necesitamos en estas tierras un medio capaz de alzar la voz de la despoblación más allá de nuestro entorno. De los de aquí ya nos intentamos ocupar nosotros. Hay un abandono casi total, falta de apoyos, políticos que buscan medrar y no solucionan los problemas. Por ello, no necesitamos sólo un medio de comunicación más.
Precisamos de una comunicación más independiente, que no se pliegue a las veleidades de la persona de turno. Tenemos el derecho de ejercer el periodismo en libertad con responsabilidad, independencia y constancia. Asentada la precariedad en el ejercicio de este trabajo, sólo nos queda la confianza en que un proyecto más ambicioso pueda paliar en parte los males de la profesión. De lo contrario, no sólo habremos perdido una cabecera, si no que lamentaremos no haber aprovechado una gran oportunidad.