La emotiva despedida de Sara Peña

El pueblo de Navaleno se ha volcado en el adiós a una de sus vecinas más queridas.

En este mismo lugar y hace unos días,
te escuchábamos recitar, como toda la vida
tus logradas poesías.
Y hoy tristes, desolados y sin ganas,
asistimos Sara a tu despedida.

Has sido, para quienes te hemos conocido
ejemplo de entusiasmo , empeño y tesón,
el placer de muchos ratos que hemos compartido
nos alivia esta dura pena y nos llena de ilusión.

Nos decías Sara con agrado
e ese poema dedicado a los jubilados:

El reloj gira que gira
El tiempo pasa constante
Y se aleja y jamás mira
Cuanto arrastra por delante

Y hoy la marea de la muerte te ha llevado
A tu familia y al resto, nadie nos había avisado.

 


Nunca se nos olvidará,
Por más que el tiempo haga mella,
Ese canto que nos hacías,
a Los Hacheros en poesía aquella

‘Por entre el bello pinar
Lleno de olor a resina,
Se oye fuerte el retumbar
De la herramienta asesina.

Ya han llegado los hacheros,
Yo los he visto pasar,
Con su bota bien vacía
Lo mismo que su morral.’

Y ese canto al pino apreciado
Que oímos siempre susurrar,
No de memoria como era tu habitual recitado,
Si no junto al parque, en madera labrado:

‘Estático y noble pino
Por la gracia del destino 
Siempre es tu copa frondosa,
El adorno más divino,
Y una sombrilla preciosa.


Recuerdo cuando presumías de Navaleno:

Si alguien a mí me pregunta
De mi nacimiento el lugar;
Que grato me resulta,
Dar respuesta y contestar,
Y yo les digo orgullosa
Que nací en tierra serrana,
De esta Soria hermosa,
Señorial y castellana.
Apacible y saludable rincón
De reverdes bosques lleno,
Que quiero de corazón,
Y cuyo nombre es Navaleno.

Y también te cuestionabas:
¿Qué tendrá mi pueblo?
Yo me he preguntado…
¿Qué mi Navaleno
Que a mí me ha hechizado?
Es un abanico
De atractivas cosas,
Que hacen que mi tierra,
Sea maravillosa,
Saludable y noble, 
Y joya valiosa.

Hoy en las vísperas de esas fiestas tan nuestras
En las que acertabas a decir, entre todas tus propuestas,
Viva nuestro Jesús, ese niño tierno y bueno,
Viva nuestro Jesús, el Jesús Navaleno.

Aquí me atrevo a gritar:
Viva Sara Peña, por su alegría sin par
Viva Sara Peña, que nos supo cautivar
La poetisa que nos ha de servir de modelo
Y,aunque hoy nos pese su pérdida fatal
Sabemos que estará por aquí,  subida en algún pedestal,
Y que con su elenco de poesías, siempre nos va a iluminar.
¡Viva Sara Peña¡. Una mujer sin igual.