viernes. 22.11.2024

Más niños ahora, más jóvenes mañana, más futuro después

No, no teman. No voy a empezar con la lacónica frase de que “cada vez hay menos niños en los pueblos de la comarca”.

Tristemente es así. Pero vamos a darle la vuelta a tan histriónica afirmación. Tenemos suficiente potencial de niños y jóvenes como para que esta comarca pueda augurar un futuro prometedor. ¡Qué bien suena eso¡.
Todavía hay chavales suficientes en los colegios. Buena parte de los centros de la zona gozan de buena salud. ¿Qué podían ser más?. Seguro. ¿Qué antes había más escolares?. Cierto. Ahora,¿Qué con los actuales podemos certificar que tendremos jóvenes y después futuro?. Quiero creer que sí.
Por pueblos, y en los alumnos que comienzan su etapa escolar apreciamos dos velocidades. Núcleos que mantienen el alumnado, con picos crecientes en algunos años y otros decrecientes, y una tendencia a la baja, como Salas, San Leonardo y Huerta de Rey,donde a la natalidad local se suman alumnos de pueblos cercanos. Otros, como Quintanar, se nutre de la inmigración, y Vinuesa, en el CRA Pinares Altos, se mantiene con vaivenes. 
Al otro lado, se observa una clara tendencia a la baja en poblaciones en las que se está haciendo añicos la industria transformadora de la madera,y el mueble ha perdido muchos trabajadores, Duruelo de la Sierra, Covaleda o Navaleno, pueden ser tres ejemplos.
El problema ahora no es lo que vaya a pasar este curso, ya empezado. Ni siquiera el siguiente, donde algunos pueblos subirán la matrícula de alumnos nuevos, y otros la bajarán; si no lo que nos espera a partir de 2020, por poner una fecha redonda.
Las cigüeñas ya no abandonan el nido pinariego por largos meses como lo hacían antes, y debe ser esta reducida ausencia la que les impide traer más bebés a más familias. Hay menos gente joven que se queda en los pueblos. La procreación, por lo tanto, no va a ser la misma. Hay más parejas sin niños, tendencia generalizada a nivel nacional, y en otros países también.
No soy yo ejemplo de familia numerosa. Por lo tanto, lo mínimo que puedo hacer es no dar consejos por mi inexperiencia y escasa proyección en estos temas. Lo que sí certifico, por edad y años en la profesión, es que no he visto ningún pueblo crecer que no tenga escuela, y sí a ocurrido, fuera de la comarca, ese centro se ha reimplantado. Y tras la pérdida del colegio, está el comercio, las oficinas bancarias, el párroco, la parada del autobús o la biblioteca, por poner algunos ejemplos.
Hagamos algo antes de que sea demasiado tarde. En estos momentos, no sé el qué ni cómo. Propongamos, instemos, protestemos, mejoremos, crezcamos, defendamos o convezcamos. Algo, o si no….,vendrá lo otro, lo que ya sabemos.

 

Más niños ahora, más jóvenes mañana, más futuro después