La pandemia, con cifras y datos, ¿supondrá un aprendizaje para el futuro?

Me ha sorprendido gratamente el libro realizado por José Luis Vicente Cano, muy vinculado a Vadillo, y al que he seguido su trayectoria ascendente y cada vez más implicada en la Sanidad soriana, y el buen equipo formado con Enrique, Javier ‘Tato’ y otros responsables en la provincia.

 

Me ha sorprendido gratamente el libro realizado por José Luis Vicente Cano, muy vinculado a Vadillo, y al que he seguido su trayectoria ascendente y cada vez más implicada en la Sanidad soriana, y el buen equipo formado con Enrique, Javier ‘Tato’ y otros responsables en la provincia.

Es este trabajo un reflejo de la preocupación con la que se vive la pandemia del covid 19 al otro lado, en la franja de sanitarios, desde auxiliares, ATS, médicos y especialistas. Relata la impotencia de las primeras semanas, la incertidumbre, la falta de medios, la soledad de los pacientes, el colapso del hospital de Santa Bárbara,…Fueron estos meses de marzo y abril de 2020 un campo de experimentación, sin cifras ni antecedentes. No había referencias bibliográficas, no existía un antídoto que pudiera frenar una escalada que parecía no tener freno.

Soria fue entonces epicentro de una situación que se hacía insostenible. Tuvo que ser una desgracia de estas magnitudes la que abriera los ojos a dirigentes regionales o nacionales, de que no se podía tener una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con tan sólo diez camas. Que faltaba personal, material sanitario, ausencia de especialistas,…Era un reconocimiento tácito de que algo se estaba haciendo mal con instalaciones y centros como el de Santa Bárbara, en medio de una provincia extensa, con la población muy diseminada y de edades avanzadas.

Comentaba Vicente Cano la incomprensión de cómo en estos primeros momentos áreas sanitarias como la de Covaleda sufrieron una ola de contagios, con un elevado número de fallecimientos, que no tenía parangón con algo ocurrido desde que se tienen estadísticas.

Mapas, tablas, números…ponen el foco en una realidad desesperante, que volvió a empeorar en el verano con la llegada de los visitantes, con segunda, tercera, cuarta y quinta olas hasta llegar a este momento, y el día de la presentación del libro, un 23 de noviembre, no había ningún paciente covid ingresado en UCI, y tres lo estaban en planta.

Está claro que el caaovid-19 ha obligado a modificar rutinas habituales en los centros sanitarios, pero la pregunta es clara: ¿Ha dotado de más medios, humanos y materiales, para que podamos hacer frente de una manera más clara o efectiva a un pandemia de estas magnitudes?. O dicho de otra manera: ¿Hemos aprendido para no repetir los mismos errores?.

Me doy con satisfecho si la lectura, interpretación y análisis de este magnífico trabajo de José Luis contribuye a hacernos ver que es indispensable fortalecer la Sanidad en todas sus vertientes, de lo contrario estaremos a merced de la incertidumbre, el miedo, la rabia y la impotencia.