Conquístate a ti mismo

Creo que algún día me tatuaré en algún lugar del cuerpo esta frase que sin duda ya forma parte de mi corazón. “Quien conquista a otros es fuerte; más quien se conquista a si mismo es poderoso. La pronuncio el gran filósofo Lao tse, uno de los grandes pensadores orientales junto a Confucio y Buda y cuya influencia sigue siendo a día de hoy inmensa. Y es que, en este mundo que más bien parece un manicomio sistematizado, perdemos gran parte de nuestro tiempo, nuestras energías y nuestro rumbo vital tratando de conquistar todo lo que no tiene que ver con nosotros. Desafiamos a la vida creyéndonos el gran general Napoleón pensando que todo y todos se regirán siguiendo nuestro juego. Erróneamente pensamos que la felicidad esta ahí fuera, el algún lugar, en algún rincón que podemos conquistar y dominar. Como si la felicidad fuera una mascota tonta a la que poder invocar en el momento que creemos más oportuno. Y así nos pasamos la vida. Pensando que la felicidad al final llegará porque hay un Papa Noel que algún día la dejará en la puerta de casa. Por eso esta maravillosa sentencia es un aviso para navegantes del siglo XXI. Si te conquistas a ti mismo serás sin duda poderoso. Por eso, empieza a pensar que tu vida depende de ti. Que el control de tus pensamientos determinará el acierto de tus actos. Comienza a entender que estar alegre, triste, preocupado, equilibrado o eufórico depende, en gran medida de ti, que eres al fin y al cabo el gran protagonista de tu vida. Porque la felicidad es interior. No está en lugares lejanos y o vive en sitios perdidos en otros mundos sino que espera tranquila guiando tu alma hasta que tu decidas llamarla por su nombre. Y es que querer cambiar el mundo es un locura tan arriesgada como imposible. Sin embargo, querer cambiar tu mundo es y debería ser una obligación vital que te acompañe hasta el día en que la muerte te lleve a un lugar mejor. Conocerse a uno mismo es encontrar la verdadera esencia de la vida. No hay nadie más importante que tú. Nadie es más valioso que tú. Y nadie merece más cariño y cuidado que tú. Entender que tú eres la conquista de tu propio universo te ayudará a entender qué papel juegas en este desafío maravilloso que se llama vida. Cuida de ti, de tus deseos, de tus ilusiones, de tus sueños, de tus anhelos, de tus aspiraciones y de todo aquello que puedes controlar y cambiar. Cuida de tu mundo y este terminará por cuidar de ti. La felicidad está tatuada en tu corazón. Escucha su latir.