Don Pacheta: "Fieles siempre y sin reblar"
Don Rodrigo Díaz de Vivar es sin duda alguna el héroe castellano más importante de la historia. Es además uno de los personajes medievales más admirados, estudiados, reconocidos y venerados de todos los tiempos. Su vida, sus hazañas, sus victorias, sus conquistas y su historia siguen imprimiendo con letras de oro multitud de libros, artículos y guiones de cine y de documentales. Jamás vencido, fue uno de los mejores estrategas de la todos los tiempos. Y lo fue gracias a su astucia, a su inteligencia y a su pericia en el campo de batalla. Planificando cada detalle y cada movimiento de sus tropas siempre con un único objetivo, ganar. Pero el Cid fue mucho más que todo esto. Las últimas investigaciones nos acercan a un Rodrigo Díaz de Vivar cercano y humilde entre los suyos. Un guerrero convertido en líder que sangraba y exponía su vida junto a sus mejores hombres, que terminaban por ser sus amigos y sus hermanos. Leales en la vida y leales en la muerte. José Rojo Martín “Pacheta” es sin duda alguna nuestro CID del siglo XXI. Y es que en el mes de enero llegaba a la Sociedad Deportiva Huesca para dirigir a un equipo derrotado, humillado, triste y condenado a descender. Pero “Pacheta” es mucho “Pacheta”. Y como el Cid no conoce la palabra derrota porque en su vocabulario sólo usa el vocablo victoria. Y eso fue precisamente lo que prometió, luchar hasta el final para conseguir que la Sociedad Deportiva Huesca permaneciera en Primera División. “Siempre fieles, sin reblar”, reza su lema. La historia nos cuenta que durante las Fiestas Patronales de San Lorenzo de 1913 el Huesca Sport Club se enfrentó al Gimnástica de Zaragoza y venció por nueve goles de diferencia. En un artículo publicado el 15 de agosto de aquel año en el Diario de Avisos de Zaragoza apareció la siguiente frase: ¡Oscenses, sois la tierra donde no se rebla! Sin duda, un recuerdo maravilloso que podemos leer hoy en día en un letrero del estadio El Alcoraz. Y así llegó José Rojo Martín a Huesca, repitiendo un mantra que está dando grandes resultados. “Siempre fieles, sin reblar”. Y es que Pacheta es un líder dentro y fuera del campo. Un Cid del Siglo XXI. Un auténtico general que hace de la humildad su mejor arma para vencer y también para convencer. Porque como el CID baja al barro para sangrar junto a sus hombres siendo uno más. Disfrutando de las victorias y compartiendo las derrotas. Un líder nato y carismático que sabe escuchar y hablar cuando tiene que hacerlo. Pacheta tomó el timón de un puñado de hombres tristes y desmotivados que hoy son un ejército valiente, aguerrido y con hambre de victorias. Todavía queda mucha tela que cortar. Ahora, de algo pueden estar seguros, Pacheta no se rinde y su Huesca tampoco. Ahora más que nunca “Fieles siempre, sin reblar”.
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