En recuerdo al gran ALFREDO CABRITO, un gran hombre de Salas de los Infantes y de la comarca de Pinares

Alfredo Cabrito y su mujer Angelines en una fotografía tomada por Germán Martínez Rica en una entrevista realizada en su casa de Salas de los Infantes hace aproximadamente tres años.


Como periodista creo que lo que mas he disfrutado siempre son las entrevistas. Llegar al corazón del entrevistado y ser capaz de sacarle en cierto modo las entrañas de sus sentimientos no es tarea sencilla. Una de las entrevistas que recuerdo con más cariño fue la que le hice en su coqueto y maravilloso pisito de Salas a Don Alfredo Cabrito y su mujer Angelines hace ahora tres años. Y me viene por desgracia al recuerdo porque hace apenas unos días nos dejó definitivamente el que fuera el último sastre de la provincia de Burgos. Sus padres, Jesús Cabrito Camarero y Eulalia Camarero tuvieron nada más y nada menos que ocho hijos: Pepe, Siso, Susi, Rosita, Petoño, Alfredo, Cuqui y Arturo. Una época que Alfredo me recordaba como muy entrañable y feliz en la que los pueblos estaban llenos de vida y en la que no había juguetes pero si muchísima imaginación para jugar todo el día en las calles y en las casas con multitud de amigos y familiares. De aquella entrañable entrevista también recuerdo como Alfredo me contó con todo lujo de detalles que en Salas una vez tocó la lotería de navidad. Ocurrió en 1957 y el número agraciado fue el 35031. La vendieron los “Repisos” que por entonces tenían un almacén de construcción, cereales y patatas. Las participaciones seran de una peseta. Fue un premio muy repartido entre todos los pueblos de la comarca de Salas. Sin embargo, no todos fueron igual de agraciados aquel día. Alfredo me contó la anécdota de “El Paquillo”. Era andaluz y vino a Salas a trabajar con toda su familia. En un en-cargo le dijeron de pagarle con cinco pesetas de la lotería y dijo que no, que tres y dos para echar un buen porrón de vino. Tocó y todavía se recuerda su jocoso comentario: “mira si seré desgraciado que me he bebido 16.000 pesetas de un solo trago”. Entonces con 1 peseta ser repartieron 8000 en una época de subsistencia en la que con 1 rubia se compraban un kilo de naranjas y con tres un kilo de chicharros. Alfredo Cabrito pertenece a una familia de sastres que trabajaron en Salas durante tres generaciones. Su apellido procede de Portugal, el país hermano, donde están la mayor parte de los apellidos relacionados con nombres de animales. Fue el número 1 en la Escuela Superior de Sastrería de Barcelona. Hace apenas unos días nos dejaba tras una larga y dolorosa enfermedad. Todos los que te conocimos echaremos aun hombre esencialmente bueno y de gran corazón