Unberto Eco y su visita al Monasterio de Santo Domingo de Silos
Decía Voltaire que la escritura es la pintura de la voz y el cine era siempre un espejo pintado afirmaba Ettore Escola. Por eso, si me dejan, hoy quiero proponerles un plan irrechazable. Uno de esos que no cuesta dinero y da enormes satisfacciones. Un plan para el que se necesita predisposición, calma, buen ánimo y algo de tiempo. Hoy quiero proponerles la lectura de uno de mis libros de cabecera, El Nombre de la Rosa de Umberto Eco. Se trata de una sobresaliente novela histórica de misterio que el gran erudito italiano escribió en 1980. Y al mismo tiempo, después de leerla, también quiero proponerles que la vean en el cine. La trama está ambientada en el turbulento ambiente religioso del siglo XIV. Narra la investigación que realizan fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Meik alrededor de una misteriosa serie de crímenes que se suceden en una abadía del norte de Italia. Una novela sobresaliente que fue espléndidamente adaptada al cine por Jean Jaques Annaud y que contó con actores de la talla de Sean Connery, Christian Slater, F. Murray Abraham y Michael Lonsdale. Pues bien, seguro que muchos no saben que esta magnífica obra de Umberto Eco está ligada a nuestra tierra. En la visita que Umberto Eco realizó al Monasterio de Silos quedo maravillado cuando el padre abad le acercó el códice en papel que es el pergamino más antiguo de Occidente. Se trata de un misal del siglo XI que se caracteriza por tener los 39 primeros folios en papel y el resto pergamino. El mismo Eco afirmó no haber vito nunca algo así. Estamos ante un papel árabe que probablemente importaron los musulmanes residentes en los reinos cristianos lo que lo convierte en un tesoro. Umberto Eco conoce este dato y lo utiliza de una forma genial engarzando asesinato, reuniones, herejías y visitas a la biblioteca. Sin olvidar otra de las grandes claves del libro, el miedo. Con el se lograba el respeto y se cumplían las normas. Así sabemos que durante la Edad Media los códices iluminados en Silos contenían imágenes sobre el Apocalipsis que hacían temblar a toda la cristiandad. Pues bien, seguro que muchos no recuerdan que el gran escritor italiano visitó la abadía de Santo Domingo de Silos un 25 de mayo del año 2013. Paseándose como un niño pequeño que ansía saber visitando la antigua botica, el museo y por supuesto la biblioteca del cenobio burgalés. Umberto Eco, uno de los grandes magos de la literatura contemporánea, nos dejaba en su casa de Milán en febrero de 2016. Huérfanos de historias únicas atrapadas entre los pliegues del tiempo. De relatos maravillosos e inverosímiles con los que viajar tocando al mismo tiempo el cielo y el infierno. Tan solo resta decir, gracias por todo maestro. Descanse en Paz.
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