Los Administrados

Es el mes de Enero un mes mustio, macilento, brumoso, como un cuarto de paredes vacías velado por las sombras de un amanecer tardío. 

En este invierno escasas nevadas rayan las cumbres. Los árboles y arbustos de ramas esqueléticas elevan sus súplicas a la primavera y por entre los pinos vuelan algunos pájaros orgullosos y desafiantes. Los pueblos, guarecidos por entre valles y solanas, acogen el silencio bajo los tejados de las casas. Sus moradores, personas mayores, buscan otros alojamientos más apropiados  para aventar el frío. Su ausencia se agiganta en las puertas y ventanas cerradas a la tertulia callejera.

            Niego la derrota de los pueblos, la capitulación de la vida rural. Están  abatidos, dolientes, con las arterias obstruidas por los “trombos” de la indiferencia incompatibles con la vida. El corazón volverá a latir en la Sala de Urgencias de la Administración cuando sus administradores logren una circulación sanguínea normalizada en ese ser vivo que llamamos Comarca de Pinares. Una crisis no es sinónimo de muerte. Esas arterias son las carreteras bien asfaltadas, limpias de nieve y obstáculos por donde puedan circular vehículos de mercancías y  un trasporte público para la gente mayor que no puede desplazarse, y no sólo a los médicos, sino a otras necesidades.

            Esas arterias son también los soportes informáticos. Toda esta tecnología que envuelve al Planeta Tierra no llega como debiera a los pueblos. No entiendo que en la era digital no exista la posibilidad de leer estas palabras en un ordenador porque no se haya establecido una logística informatizada capaz de enlazar con el mundo de las redes sociales, de internet, de los wasap,.. Muchos emprendedores jóvenes, y no tan jóvenes, podrían realizar su proyecto empresarial desde sus casas, sin coste de antena o HiFi particular. Esos “trombos” en las vías de la navegación informática, junto a la inaccesibilidad  de las carreteras, ahogan y sepultan la vida de los pueblos

            No entiendo que este maravilloso e irrepetible paisaje de la Comarca de Pinares sea inabordable para el turismo porque la nieve impide, por ejemplo, el acceso a sus lagunas. Costoso puede ser. Imposible, no. ¿Existimos en la Junta de Castilla-León, allá en Valladolid? ¿Dónde andarán Las Lagunas de Vinuesa y Neila con su Parque Natural? Estamos hartos de leyes y leguleyos. Por encima de los papeleos estamos los seres humanos. Por eso, porque nos conocen, están los Ayuntamientos. Su actuación pertenece a quienes creen en la realidad de los sueños y no a la obediencia cerril a unos administradores que prohíben todo y sobrepasan en número a sus administrados rurales.

 El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido, para los valientes es la oportunidad. Victor Hugo

 guadalupefdelacuesta@gmail.com