Es un autor que ha recorrido los cinco continentes en un alarde constante por vivir aventuras tras acontecimientos históricos, literarios o por lugares remotos e inhóspitos de nuestro planeta. En este libro relata toda la historia de este pueblo, de sus batallas y conquistas, a través de baladas tradicionales que rescatan el “ayer”. Canciones actuales describen el “ahora”.
En nuestra tierra de pinares la música tradicional celebra la armonía del entorno en que vivimos. Los rumores del pinar, el canto de los pájaros, el murmullo de los arroyos, los cencerros de las vacas y los silencios espaciados escriben en el pentagrama las canciones que heredamos en unas voces moduladas, armónicas, sin disonancias ni desencuentros. Nuestros pueblos han narrado sus historias en romances traducidos en canciones melancólicas y tristes tras algún suceso dramático, y han celebrado con jotas las fiestas de los santos patrones. La música, como en Irlanda, nos describe lo que hemos sido y lo que hacemos.
En el verano la vida entra en las casas desiertas y silenciosas durante el largo invierno. Hay que reinventar la cultura de la música, no sólo en las fiestas, sino en cualquier otro evento cultural. Por las páginas de esta revista desfilan una serie de acontecimientos musicales donde proliferan los coros de voces añejas. He escuchado y admiro a la Comarcal de Pinares; al grupo coral de Hontoria del Pinar; a San Miguel de Neila. Son muchos los pueblos que hacen de la música tradicional y la danza el principal atractivo de sus fiestas. Cito por excepcional el Teatro de Clunia donde se reinicia el festival de verano con una actuación de teatro clásico de la Compañía de “El Brujo” Además danza y música de ballet del Sur de Italia y un espectáculo musical de Croacia. Cito también a Demandafolk por el trabajo ímprobo de los organizadores y la colaboración desinteresada de mucha gente que han conseguido desde el año 2007 que este festival ocupe el tercer lugar de la provincia y uno de los más grandes del país. Habrá que leerse su ambicioso programa.
No queremos la soledad sino un caudal renovado en el curso de la vida en nuestra comarca. “Rio Duero, río Duero/ nadie a estar contigo baja/ nadie se detiene a oír/ tu eterna estrofa de agua/ Quién pudiera como tú/ a la vez quieto y en marcha/ cantar siempre el mismo verso/ pero con distinta agua” (A. Machado)