Una mujer responsable, amable, que trabajaba, era madre y vivía con alegría y dignidad. Una de nuestras vecinas.
La ha matado un hombre que se ha sentido y pensado con el derecho a disponer de su vida,
Las mujeres hemos avanzado mucho en libertad, ocupamos las calles, viajamos, trabajamos… habitamos territorios sociales que a nuestras abuelas les habrían parecido impensables.
Pero sigue habiendo hombres que se piensan con derecho a atropellar nuestros cuerpos y asaltarlos, a disponer de nuestras vidas, a decirnos la ropa que nos tenemos que poner, con quién podemos hablar o no.
Hombres que no se atienen a la ley, que maltratan, agreden y asesinan. Hombres violentos y narcisistas.
Esto es lo que llamamos violencia de género, violencia contra la mujer y existe.
La violencia de género es un problema de los hombres que repercute en las mujeres.
La erradicación de la violencia de género pasa porque los hombres, sobre todo algunos, cambien la manera de pensar su virilidad, la manera de pensar su relación con las mujeres.
Desde Antígona queremos manifestar nuestro apoyo y nuestro cariño a la familia de Diolimar, nos fundimos con su dolor y sólo podemos esperar,
Que su muerte no haya sido en vano.
Que la respuesta de la ciudadanía de Soria no haya sido en vano.
Que consigamos erradicar la violencia de las relaciones basadas en el deseo y en el amor.