Un Pablo López emocionado y un público entregado desde el minuto uno se dieron cita anoche en el Coliseum en un concierto con una gran puesta en escena, una organización impecable por parte de Producciones Salas y un riguroso protocolo covid.
El malagueño derrocho energía y complicidad con sus seguidores con continuas alusiones a sus anteriores visitas a Burgos donde recordó que fue en 2013 en nuestra ciudad, donde por primera vez en un concierto escuchó al público corear sus canciones; lo que desató los aplausos del auditorio.