IX Campaña de Excavaciones en el Yacimiento Revenga
Para llevar a cabo esta modificación en la estrategia, durante los primeros días han necesitado la intervención de una pequeña excavadora que se ha ocupado de retirar el manto de césped. Un estrato difícil de retirar con las herramientas manuales y que desde el punto de vista arqueológico carece de valor por estar en la superficie.
Esta nueva estrategia viene dada por la necesidad de conocer el yacimiento de una forma más extensa tras comprobar en anteriores años, que el asentamiento medieval era de un tamaño mucho mayor que el esperado en un principio.
Por razones de calendario, esta campaña de excavaciones ha finalizado sin que las responsables del grupo arqueológico hayan podido dar a conocer los
resultados de la misma. Habitualmente es la Ermita de Comunero la que acoge una conferencia explicando los hayazgos de la campaña, sin embargo este año esa jornada se trasladará a los últimos días de septiembre. Según reconoce Esther va a ser una jornada de convivencia más pausada que por primera vez contará con un análisis más extenso de lo que han supuesto las labores.
Más que una necrópolis
Las organizadoras de las excavaciones, eso sí, han adelantado que las investigaciones arqueológicas de este año se han realizado a modo de peritaje para comprobar la importancia de la gran cantidad de terreno que queda por analizar. Ellas mismas han afirmado que en este yacimiento hay trabajo para al menos una década más.
La campaña cuenta con el apoyo Diputación Provincial de Burgos, el Comunero, la Junta de Castilla y León y la Universitat de Barcelona, que ha sido la encargada de aportar el capital humano, del que forman parte un pequeño número de estudiantes de los Grados de Arqueología e Historia que forman el Grupo GRAMP.
Dentro de ese grupo se encuentra Santi De Pedro, estudiante en Barcelona, pero con raíces familiares en Canicosa de la Sierra, quién se encuentra sorprendido con la importancia del poblado.