Salas de los Infantes revivió el domingo 29 de enero la tradicional matanza del cerdo con el objetivo de poner en valor una de las costumbres más arraigadas en la zona..
El día estuvo como los de antes, recordando lo que era muy habitual durante los gélidos inviernos en cada una de las casas, siendo un ‘día grande’ por empezar a llenar las despensas con todo lo que se aprovechaba del gorrino.
La organización de las vigésimoterceras Jornadas de la Matanza del Cerdo de Salas de los Infantes -conformada por unas 76 personas de todas las asociaciones locales-, comenzó bien temprano con los preparativos de la fiesta gastronómica. Sobre las 8 de la mañana, se empezó a colocar todo el avituallamiento con mesas y asadores. A continuación, en torno a las 10 de la mañana, se procedió al tradicional reparto de pastas de manteca elaboradas desde la Asociación de Amas de Casa ‘Doña Sancha’.
A mediodía, se llevó el animal a la plaza para su chamuscado al estilo puramente tradicional con fuego y paja. Con el gorrino ya preparado, raspado y cortado, dio comienzo el momento más cultural y emocionante de la cita, con bailes tradicionales y el nombramiento de los ‘Remojoneros Mayores’ de este año, título que fue para Araceli y Jesús Ortega, dos veteranos que colaboran con intensidad en este rito tradicional, y quienes se les impuso la corona de laurel.
En la plaza se escenificaron los bailes tradcionales y se repartieron abundantes viandas entre todos los presentes.
Hablamos con Josito, por parte de la organización, y con Jesús como Remojonero de este año.