La Cuesta del Mayo ha vuelto a ser escenario de la Pingada del Pino que da nombre al céntrico enclave en San Leonardo de Yague.
El párroco bendijo a los preentes, y el grupo de niñas, a las órdenes de Crucita, interpretaron varios bailes tradicionales.
Los mozos siguieron el ritual desde el principio al final del acto, y su exceso de fuerza y alegría, hizo que el último empujón pusiera en vilo al respetable. Pero todo se pudo corregir a tiempo, y el pino ha quedado perfectamente colocado en el lugar de costumbre.
Hablamos con Fernando Camarero y Jesús Elvira.