Ataviadas con traje de piñorra y con pinocho en mano, las mujeres de Vinuesa han comenzado minutos antes de las once de la mañana a recorrer el tramo que separa la ermita de La Soledad de la plaza mayor con motivo de las fiestas de Nuestra Señora de la Virgen del Pino y San Roque, y en concreto para revivir el ritual de la Pinochada que tan importante es para todos los visontinos, en especial para todas las mujeres de esta población pinariega. Más de 400 mujeres, unas 300 solteras y 120 casadas han formado su particular ejército para festejar esta tradición.
La Pinochada ha vuelto a llenar la plaza mayor de público, centenares de personas dispuestas a disfrutar de una tradición que no deja indiferente a nadie y donde, primero, se lleva a cabo un simulacro de combate entre la cofradía de San Roque, los solteros, y la Cofradía del Pino, los casados. Tras dar varias vueltas a la plaza, y con el mayo presenciando la escena, los casados salen victoriosos de la batalla donde después entran en acción las mujeres armadas con sus pinochos.
Tras ese instante, y como dicta la tradición, las visontinas han comenzado a pegar con sus pinochos a todos los hombres a su paso, siempre acompañando el golpe con el dicho ‘De hoy en un año’. Un acto que todos los hombre han recibido con orgullo y dando las gracias.