Es difícil transmitir las sensaciones de un acontecimiento deportivo y social como es la carrera de montaña de La Desafío Urbión. La implicación de la gente, los voluntarios, la coordinación, los paisajes sublimes, la calidad humana y deportiva de los corredores por Covaleda.
En un día estupendo, con buena temperatura y alta participación, se pudo desarrollar la prueba reina serpenteando por la ladera de Urbión, con un giro de 360 grados a La Laguna Negra y muchas ganas, que se transmitían a través de las sonrisas y el bienestar de los participantes que seguían el recorrido.
"Esto es una maravilla", afirmaba una mujer de Covaleda que había subido a seguir a los corredores desde uno de los pasos a una pista forestal. El ambiente entre el grupo que allí permanece durante horas es sensacional. Lo mismo ocurre en el hayedo, entre el grupo que hace un pasillo en el estrecho que asciende hacia uno de los puntos de avituallamiento.
Y ahí están los voluntarios, dispuestos a aguantar durante horas. "A mí me quedan unas horas todavía", dice uno de los vecinos que ha querido participar en la ayuda al desarrollo del evento, recordando que el último año se tuvo que quedar hasta las cuatro de la tarde en este punto. Otra voluntaria anima a los participantes cuando pasan junto a ella. "Ánimo que ya queda poco".
La plaza, bares y calles del centro de Covaleda vivieron una especial ebullición en la tarde del sábado 3 de septiembre. "Era como en San Lorenzo", dice un vecino, a quien los acontecimientos deportivos le han hecho quedarse unos días más en Covaleda.
