La del 6 de septiembre fue una jornada de exaltación del ciclismo en la comarca pinariega. El paso por las comarcas del Arlanza y Pinares, desde la salida en Lerma, hizo salir a calles y carreteras a muchos vecinos de pueblos por los que atravesaba la serpiente multicolor o de localidades cercanas que no quisieron perderse el acontecimiento deportivo y social.
Niños, jòvenes y mayores no perdieron la oportunidad de acercarse a la caravana y reclamar una gorra, un bolígrafo o una mochila. Lo hicieron en la plaza de Salas, en la empresa Areniscas de Vilviestre o en el mercadillo de Quintanar de la Sierra.
Avanzaban los de la caravana la llegada de los ciclistas, que pasaban como una exhalaciòn y a quienes, hasta el Raso de las Pinadas, al comenzar la subida a La Laguna parecía tratarse de un simple paseo. El conquense Jesús Herrada se hizo con el triunfo, y su hazaña resultó aún más emotiva al fundirse en un abrazo con su padre.
