Palacios vivió ayer sábado su tradicional caldereta con la que se terminan sus festejos en honor a Santiago y Santa Ana. Lo hizo tras vivir desde el miércoles cuatro días intensos repletos de actos y que tuvieron el viernes uno de los momentos más emotivos del año con la procesión a Santa Ana en la que todos los varones de la población, desde los más pequeños hasta los mayores, bailaron como dicta de tradición siempre de cara a la imagen, marcha atrás y con los brazo en alto. Una preciosa procesión que cada año atrae a un mayor número de personas que no quieren perderse este momento único para Palacios.
Ayer sábado, la fiesta dio comienzo con la misa en la ermita del Arroyal, para dar paso a la tradicional caldereta en el paraje de ‘La Dehesa’ al que cada año acuden más de 2.000 personas a por su ración de carne. La tarde dió paso al festiva de trial en el circuito en la campa de la Dehesa y a las sesiones de tarde y noche con la orquesta ‘Trisquel’. Será ya hasta el 24 de agosto cuando los vecinos de Palacios vuelvan a tener otras festividad, esta vez la despedida del verano con campeonatatos de tuta y petanca, charanga y discoteca móvil.
