Con la pingada de los dos mayos, uno en la plaza central de VInuesa, y otro junto a al ermita de La Soledad, ha arrancado el programa de las fiestas de La Virgen y San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional, y que se extenderán hasta el 18 de julio.
Con una plaza abarrotada, aplausos constantes y una gran colaboración por parte de los jóvenes se ha logrado levantar el pino que permanecerá en el enclave durante los festejos.
La ofrenda de velas del 15 de agosto; La Pinochada el día 16, la becerrada del 17 y la caldereta del 18 de agosto, completan parte de un tradicional programa que se vive con gran participación estos días.