
El apagón eléctrico ha afectado durante cinco horas a la mayor parte de Castilla y León desde la una menos veinte de la tarde del lunes 28 de abril.
En la ciudad de Salamanca es donde primero ha comenzado a recuperarse la normalidad, y en Burgos lo ha hecho pasadas las cinco y media. Pasadas las seis y cuarto de la tarde, también se ha restablecido en Soria.
El denominado colapso ha provocado el trabajo en muchas empresas y comercios, y numerosos restaurantes han cerrado sus puertas ante la imposibilidad de dar un servicio, al menos mínimo.
El mayor peligro por esa falta ha estado en centros de salud y las residencias de los mayores, con internos que tienen que hacer uso de aparatos que necesitan una constante conexión con el servicio eléctrico. El apagón ha modificado la agenda y actividad de la mayor parte de los ciudadanos, que han seguido con preocupación algo que muchos no habían experimentado a lo largo de su vida.
En comparecencia pública, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido utilizar los móviles solo para llamadas breves y no colapsar los teléfonos de emergencias. El fallo eléctrico, que tardará en solucionarse en algunos sitios hasta diez horas, ha bloqueado carreteras, transportes, telecomunicaciones y aeropuertos. Red Eléctrica asegura que se trata de “un incidente excepcional”, aunque no aclara las causas.