Las Aulas de la Naturaleza están ubicadas en el Comunero de Revenga, un espacio de gran valor turístico y económico para la región. Destaca por su riqueza natural, cultural e histórica y atrae a numerosos visitantes, lo que contribuye favorablemente al desarrollo local. Las Aulas de la Naturaleza son instalaciones educativas que están diseñadas para promover la educación ambiental y el conocimiento del entorno natural de la comarca de Pinares. Son espacios dedicados a enseñar a los visitantes, especialmente a escolares y grupos organizados, la importancia de conservar el medio ambiente, al mismo tiempo que les permiten disfrutar y aprender en contacto directo con la naturaleza.
Han pasado once años desde que se construyeron las Aulas de la Naturaleza en el paraje de Revenga. La misma cantidad de años que llevan inutilizadas. Una década después, la empresa “Quintanarlanza” ha decidido tomar las riendas y poner en funcionamiento estas aulas de la naturaleza. Paulino Marijuán, natural de Quintanar de la Sierra, junto con sus hijos Roberto y Óscar, han sido los impulsores de la iniciativa. Un proyecto que gestionarán durante los próximos 15 años, con la posibilidad de prorrogarla otros 15. De esta forma, bajo los mandos de Roberto y Óscar, gerentes de la empresa, en abril se pusieron en marcha con la rehabilitación. El objetivo de los emprendedores era poder acondicionarlas lo antes posible, de tal forma que estuvieran disponibles a partir de junio, un aspecto del proyecto que se ha visto demorado a causa de la habilitación de los locales.
Son ocho bungalows, con capacidad para 70/80 personas.
En el momento en el que empezaron con su reparación, Paulino afirmaba que todas las aulas están en muy buen estado a pesar de que nunca se les hubiera dado uso. Además, las casetas ya contaban con calefacción, por lo que es un paso que no han tenido que llevar a cabo. Sin embargo, han tenido que trabajar en la retirada de hierba y maleza existente en el entorno. A lo que se suma la colocación de una cocina industrial y el mobiliario del comedor y las habitaciones. Una inversión que les ha supuesto algo más de 50.000 euros. La idea principal es que el complejo funcione durante todo el año y se puedan ofrecer campamentos escolares los meses de verano, pero también estancias a colegios durante el curso; a empresas que quieran hacer jornadas de formación o convivencia entre sus empleados; o incluso para familias o grupos reducidos.
A parte de la inversión realizada, tienen pendiente un plan de realización de unas piscinas climatizadas en las que se construirá una especie de jacuzzi. La finalidad de esta próxima instalación es que los futuros visitantes se vean atraídos por otra serie de servicios que, además, cubran sus necesidades. Tras varios meses de trabajo y para que el objetivo final se cumpla, la empresa pone en marcha su segunda fase del proyecto: anunciar que las Aulas de la Naturaleza ya están reformadas y listas para su uso a través de los medios de comunicación, la publicidad, el boca a boca y la creación de una página web. En función de la demanda se irá organizando la apertura de este espacio privilegiado dentro de la comarca pinariega.
Desde Quintanarlanza animan a que la gente descubra el entorno y conozca las posibilidades que las Aulas les ofrecen. Paulino expone que es fundamental tener este tipo de turismo en una zona como la de Pinares para que la gente que venga pueda valorar la riqueza que en ella se esconde. La puesta en marcha de este complejo turístico, con el que Paulino y su familia están muy ilusionados, no solo dará puestos de trabajo, sino que fomentará el turismo y desarrollo rural de la comarca.