Alargada ya en el tiempo, es la disputa que existe en Cabezón de Sierra entre cazadores y el pastor de cabras local Julio Lacalle, que ha llevado incluso, por ambas partes, a acusaciones mutuas de ser responsables de la muerte de perros.
Para Julio lo más lamentable y doloroso al mar de la pérdida de su mastina “Clunia”,es la descripción que la Asociación de Cazadores de Cabezón hace de sus perros, señalando el carácter agresivo y peligroso de los mastines del cabrero”.
Julio defiende, y así nos mostró, que el carácter de sus mastines Numancia, Africano y Trajano, a lo que se han sumado ahora dos nuevos cachorros, contrariamente indicado por los cazadores es pacífico y manso, aunque reconoce que comportamiento cambia cuando avistan un animal que puede suponer un peligro para el rebaño
que cuidan y con el que están perfectamente integrados, hasta el punto de compartir con él las 24 horas del día.
Para mediar en el asunto y facilitar la perfecta convivencia y armonía entre el pastor, cazadores, vecinos, y visitantes del pueblo, Julio ha colocado unos carteles-señales en los que se advierte de la presencia de los mastines y el modo de actuar en caso de encontrarlos en el campo.
La alcaldesa, Esperanza Lacalle, ha indicado a Julio que debe de retirar los carteles ya que el Ayuntamiento,- contrariamente a lo que se indicaba en la noticia publicada por Tu Voz en Pinares en la edición de papel, no ha dado permiso para su colocación. Julio entendió que Esperanza le había dado su conformidad de palabra, algo que ella niega de forma tajante.