
La incertidumbre, la tensión, la alegría y sobre todo el esfuerzo conjunto son algunas de las características que describen una pingada del mayo, y es que únicamente los vecinos de cada pueblo saben lo que supone ver y sentir el levantamiento del pino mayo.
En Navaleno son muy conscientes, y es por ello que la llegada del 1 de mayo supone una gran fiesta, muy esperada durante los 365 días del año, sobre todo para los más jóvenes, que viven la jornada como un día de hermanamiento.
La víspera a la jornada festiva, el miércoles 30 de abril, los vecinos quedan en el bar ‘La Terraza’ para realizar la salida hacia el monte donde se ubica el pino que han seleccionado para tirar.
Una vez hecho el tumbe, los mozos de Navaleno, a diferencia de lo que puede ocurrir en otros pueblos, realizan el acarreo ‘a huevo’, como se conoce tradicionalmente’, sin la ayuda de carros, únicamente con la compañía de los bueyes de la Cabaña de Carreteros, y con la fuerza de los vecinos prestados.

Una vez ha anochecido, se desplazan hasta la Plaza Domingo Heras, dejando el mayo que pingarán al día siguiente, y donde les espera una parrillada para cenar. Además, algo que también diferencia la actividad respecto a otros pueblos, es que el mayo lo subastan entre los mozos una vez lo hayan tirado.
COLABORACIÓN Y COMPROMISO
El 1 de mayo es el día en el que tradicionalmente se pingan los mayos, y Navaleno hasta el momento, respeta la fecha fijada. Y es que son muchas las localidades que se ven obligadas a trasladar esta fiesta al fin de semana, al requerir de un gran número de personas para su levantamiento.
A las 10 de la mañana los jóvenes se reúnen para almorzar y comenzar con los preparativos de la pingada, que en sí tiene lugar a las 12h. La plaza Domingo Heras se llenará de gente y de emoción para presenciar una de las tradiciones más arraigadas en la localidad.
Los jóvenes, bajo la coordinación de Jesús Orte, demuestran la valía y el compromiso con la tradición para, de forma conjunta, elevar al cielo el mayo que han seleccionado como identidad en este año, siendo un símbolo de unión entre la tierra y sus gentes, un esfuerzo común que solo se logra en grupo y con voluntad y una forma de recordar a todos los antepasados y vecinos de Navaleno.
Al finalizar esta, y como novedad en este año, el grupo de Jotas local, interpretará algunas danzas, entre las que destaca una nueva con cintas. También, tras la finalización del acto, tiene lugar la tradicional rifa, que cuenta con el sorteo de un cordero y vales para consumir en los establecimientos locales.
Ya a las 16h, alrededor de 100 personas se congregarán en la misma plaza mayor para degustar y disfrutar de una comida de hermandad, símbolo del trabajo bien hecho y de haber conseguido un año más el levantamiento del mayo con esfuerzo y entrega de todos los mozos.
Finalmente, y como avisan en el cartel anunciador de la fiesta, si el tiempo lo permite estará instalada en la plaza una discoteca móvil que cerrará este día festivo.