Canicosa se rindió a las marzas. La localidad serrana celebró este sábado una cita ya arraigada en el pueblo y que reúne a pequeños y mayores para dar la bienvenida a la primavera. El grupo de vecinos, formado por más de medio centenar, fue iluminando el pueblo con sus cantos, haciendo pequeñas paradas en las casas anfitrionas y despertando sonrisas entre aquellos que seguían la cita desde sus ventanas. El recorrido, que comenzó en la residencia de mayores del pueblo, tuvo su final en el salón del Ayuntamiento de Canicosa, donde se sirvió panceta y chistorra a los presentes para recuperar fuerzas, a ritmo de gaiteros que amenizaron la velada.
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Una tradición recuperada
Desde hace diez años, la asociación cultural Alta Sierra Pelendona se esfuerza en hacer un hueco en el calendario festivo de Canicosa a la ancestral tradición de las marzas. Hoy ya son muchas las personas y asociaciones (padres de alumnos, mujeres, jubilados...) que colaboran en la organización y el buen transcurso del encuentro con su participación activa en la intendencia y en la entonación de los cantos en cada lugar señalado, y que culminan en el salón de la villa en un intercambio amable de sensaciones y la degustación de productos y músicas tradicionales.
El compromiso, tanto del Ayuntamiento como de asociaciones vecinales, acaba dando forma a una tradición heredada que hace fuertes las relaciones de comunidad.
