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14 de octubre de 2014, 13:30
El personal de mantenimiento de la Junta fue el encargado de quitar las piedras caídas en la carretera tras el pequeño desprendimiento surgido en la noche del lunes, sobe las nueve de la noche, en la zona conocida como La Encrucijada, entre Duruelo de la Sierra y Regumiel de la Sierra, en concreto en el kilómetro 34,100 de la CL-117.
Al lugar se desplazó la Guardia Civil que no se vio obligada en ningún momento a cortar el tráfico, sí a su ordenación controlada mientras se procedía a la retirada de las piedras del tamaño de un balón de fútbol.
La alarma se extendió entre la población vía WhatsApp donde se realizó un comunicado en cadena para informar sobre el peligro en la zona alertando de lo sucedido.