Técnicos de la Fundación Oxígeno realizaron una visita a la granja de cerdos de Villaespasa el jueves 11 de febrero y comprobaron que la balsa de purines de esta granja cerdos, está colmatada completamente y rebosa en todo su perímetro, por lo cual se están vertiendo todos estos desechos de forma incontrolada al ecosistema fluvial, de tal forma que se incorpora a la escorrentía superficial y luego a los arroyos que tributan en el río Valparaíso y, éste a su vez, en el río Arlanza, cuyo curso atraviesa el recientemente creado Parque Natural de los Sabinares del Arlanza.
Aunque la balsa de 7000m3, lleva una lámina de impermeabilización y se ha recubierto con una capa de hormigón, ésta no tiene la capacidad suficiente para recoger todos los purines que produce la granja, siendo este rebose de desechos una situación sostenida en el tiempo, por lo que existe una excesiva acumulación de purines, hecho este que se agrava y potencia por las copiosas lluvias de estos días.
En las medidas correctoras que establece la Declaración de Impacto Ambiental de esta granja, se consigna en su punto 4 apartado d) que “no se realizarán vertidos directos o indirectos de residuos ganaderos o efluentes derivados de la actividad, así como la acumulación de residuos o materiales, cualquiera que sea su naturaleza y el lugar en que se depositen, que supongan riesgo de contaminación de las aguas, del suelo o de degradación de su entorno”; así como en el apartado k) se consigna que “queda prohibida la aplicación de purines a las aguas superficiales: Ríos, arroyos, lagunas, pozos y zonas de captación de aguas, así como en aquellas zonas prohibidas expresamente por la normativa sectorial y/o municipal”. Puntos éstos que a la vista de los hechos, consideramos que no se están cumpliendo, según indican en una nota de prensa hecha pública en la jornada del viernes 12 de febrero.
El estudio de impacto ambiental presentado para su autorización, recoge que se comunicará de manera inmediata la existencia de un vertido incontrolado, y se tendrá en la granja el manual de actuación en situaciones de emergencia de este u otro tipo, cuestión de la que no disponemos información, pero está claro que el promotor conoce el problema dado que ha construido recientemente la mota perimetral y el nivel de purines no ha hecho más que crecer en los últimos meses.
En base a todo, y con el inminente peligro para el ecosistema acuático que presentan y los daños irremediables que suponen, -para el Parque Natural de los Sabinares del Arlanza y el LIC Río Arlanza y afluentes-, por un lado las filtraciones que escapan de la balsa y, por otro, el rebosamiento y riesgo de colapso de la mota terrera, de acuerdo al actual estado de colmatación, se ha procedido a denunciar esta situación ante la Confederación Hidrográfica del Duero, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Villaespasa y se ha solicitado que se paralice cautelarmente la actividad de la granja en tanto no se resuelva el problema con carácter de urgencia, y se proceda a la toma de muestras y otras pruebas de carácter pericial que permitan acreditar los hechos y sus posibles daños a la flora y fauna silvestres.
Señalar además, que esta situación se está dando en muchas de las granjas de cerdos de la provincia de Burgos, cuya proliferación cada vez es más mayor y cuyo control no es siempre óptimo.