Chavales, madres y padres y vecinos de Canicosa de la Sierra han convertido un acto de agradecimiento en un emotivo homenaje a Jesús Cámara Olalla, natural de Hacinas y maestro en Canicosa durante los últimos 39 años en la población. La actividad, coordinada por la Asociación de Madres y Padres, y la de mujeres del municipio, ha contado con un protagonismo especial de los escolares, quienes han recitado poesías, entonado canciones y enviado mensajes de cariño a través de un audiovisual proyectado en el salón municipal.
Pasadas, las doce del mediodía, Jesús Cámara, entraba en el salón sólo. Nada cruzar el umbral de la puerta una lluvia de aplausos le recibía. Los escolares le han hecho el paseillo, y entre la gente se veían caer las primeras lágrimas de emoción.
El alcalde, Ramiro Ibáñez, era el primero en tomar la palabra. En su intervención, hablaba de "una oportunidad única" dado que Jesús ha sido de los pocos docentes que hay ahora en la zona que lleva cuatro décadas viviendo en la población donde ha ejercido su profesión en todo este tiempo. Ibáñez daba "las gracias" a Jesús "por todo lo que ha aportado a Canicosa" en este tiempo.
Braulio, compañero de Jesús durante años, ha ensalzado la figura y trayectoria del homenajeado, de quien habló de "su generosa disposición a prestar ayuda a cualquiera". Su 'colega' de `profesión le hizo entrega de una mano con el dedo gordo, izado símbolo de los emoticonos, en piedra arenisca de la zona, con el pino, símbolo de la sierra.
Los pequeños han desfilado en el escenario en distintas ocasiones; con las poesías, mural, canciones, entre el júbilo y el bienestar de los presentes. La quincena de jóvenes que integra el alumnado del colegio de Canicosa ha estado dinámica, participativa y ha respondido muy bien a las directrices que les marcaban las madres.
Emocionado por un homenaje que Jesús se esperaba a medias, y agradecido por la respuesta de mayores y pequeños, Jesús se ha dirigido al respetable, y ha realizado un rápido recorrido por su trayectoria, "con 44 años de vida profesional, los primeros en Moradillo de Roa, Regumiel de la Sierra y los 39 restantes en Canicosa".
Cámara ha reconocido "un tratamiento e igualitario con todos los alumnos, incluso con mis dos hijas". El veterano maestro se ha calificado a sí mismo como "el último dinosaurio dentro de una raza de maestros a extinguir en la sierra celtibérica".
En su tiempo como docente, ha vivido la implantación de la E.G.B. que supuso un importante impulso para el mundo rural, con profesores especializados en distintas materias que se impartían de sexto a octavo. Ha comentado Jesús el duro golpe que supuso perder a los alumnos en el colegio de más de doce años, desde su traslado al Instituto. En 1993, se pone en marcha el CRA Sierra de Pinares, y con él nuevas dotaciones para la educación en el mundo rural. Para él supuso un aliciente, al igual que a los alumnos, la participación en las escuelas viajeras.
"Trabajo y más trabajo", éste ha sido su lema, entroncando en Canicosa de la Sierra, municipio en el que ha alabado los "valores de constancia y trabajo en las mujeres, y la sociabilidad de los hombres". No ha eludido su etapa como director del CRA, "por imposición", según ha confesado, algo que ha ratificado el director provincial de Educación en Burgos, Juan Carlos Rodríguez Santillana, quien, a través de Ramiro Ibáñez, ha excusado su ausencia por la premura con la que se había enterado del homenaje, y ha comentado lo mal que llevaba Jesús el papel del director, aún sabiendo que su vocación docente también le hacía desempeñar el cargo de la mejor de las maneras.
La presidenta del Ampa ha intervenido para finalizar el acto más oficial, y se le ha hecho entrega de un bonito cuadro con la imagen del colegio. Después, como pasa en todos los reconocimientos, es donde se nota o no se nota si una personas es querida. y por los abrazos, besos y felicitaciones, sí lo es. Todos han compartido un aperitivo, contentos ya que él se va a dedicar ahora más a sus aficiones, las plantas y la historia entre otras, pero principalmente ya que no se va, se queda en Canicosa,, entre ellos, con sus generaciones de alumnos que ahora están por medio mundo, y al que, a buen seguro, todos guardan buen recuerdo de Jesús en el aula. Ésta es la mejor pretensión para estar orgulloso tras un cambio de ciclo: haber hecho las cosas bien, y que lo sepan.