Se trata de un hecho histórico para la localidad de Regumiel de la Sierra y para toda la comarca de Pinares. Los técnicos que se encuentran trabajando en la recuperación de la necrópolis de la iglesia tenían esperanzas de que alguna de las tumbas pudiera contener restos humanos. Así nos lo contaba en primera persona Asier Pascual, el director del proyecto, en un artículo que saldrá hoy viernes en la nueva edición de la revista Pinares Noticias que se repartirá por toda la comarca. Ahora, esa esperanza se ha convertido en realidad y tras retirar dos capas de hormigón bajo la escalera de acceso a la iglesia parroquial ha aparecido una tumba con un esqueleto que podría tener 1.000 años de antigüedad.
"Se mantuvieron los restos durante cientos de años, conservados y ocultos bajo la escalera de acceso a la iglesia parroquial. Se trata de uno de los pocos ejemplos de restos humanos en este tipo de necrópolis", señala Asier Pascual, "lo más extraordinario no es el hecho de encontrar los restos, sino el tratamiento que se les dio al depositarlos. El cuerpo se enterró literalmente con las piernas por fuera de la tumba y se le introdujo de forma brutal en una fosa mucho más pequeña, realizándole varias fracturas post mortem".
Los huesos se han recuperado con mucho cuidado y se están estudiando. "Ha sido una labor complicada ya que estaban muy astillados", señala Asier Pascual, "en un futuro se depositarán en el Museo De Burgos".
Estos trabajos se enmarcan dentro de una ayuda económica de 30.000 euros que la Junta de Castilla y León dio al Ayuntamiento de Regumiel. Desde primeros de octubre se han podido recuperar hasta el momento un total de 80 tumbas en la necrópolis altomedieval ubicada junto a la iglesia. Unas construcciones que se encontraban en muy mal estado, totalmente cubiertas por maleza y que ahora salen a la luz para mostrarnos el pasado de esta localidad pinariega y de la comarca entera. Los tres técnicos que se encuentran trabajando en el lugar -y que continuarán hasta marzo- esperan superar esta cifra y llegar al centenar de tumbas.
El yacimiento se dividió en un primer momento en cuatro sectores de los que solo queda uno por trabajar, pero “poco a poco han ido surgiendo más cosas asociadas a la necrópolis -entre ellas zona del poblado y una cueva- y lo hemos tenido que dividir finalmente en nueve. El descubrimiento de la cueva se produjo hace semanas durante el proceso de recuperación del entorno de la necrópolis. Al retirarse un muro de ladrillo, se quedó abierto un acceso donde en su interior se han localizado huellas de dinosaurio, que ahora tendrán que ser estudiadas por los expertos.
Sin duda, hasta que concluyan, estos trabajos continuarán dando muchas sorpresas que aportarán más riqueza a la comarca de Pinares.