La ermita de Nuestra Señora de Revenga es uno de los enclaves de la comarca pinariega de Burgos y Soria con mayor simbolismo y al que se siente mayor devoción.
"Estamos ante uno de los parajes más fascinantes de la Península", comentan desde la Asociación Cultural Sierra Pelendona,, a lo que añade que, en este enclave "concurren circunstancias especiales que lo llenan de atractivo". Recuerdan desde la organización que Revenga fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Castilla y León en 2011, hace ahora una década.
El Monte Comunero es propiedad de los vecindarios de Quintanar de la Sierra, Regumiel de la Sierra y Canicosa de la Sierra, cuyos ayuntamientos actúan como administradores, y van rotando anualmente la responsabilidad de la gestión de este territorio,simbolizado en el rito de 'capitulear' con la organización del programa de la romería de Revenga, a finales del mes de mayo.
La ermita, además de a la Virgen de Revenga, también está dedicada a los titulares Santiago y San Felipe,y se cree que en la zona se pudo ubicar el Monasterio de San Millán de Revenga, dependiente del monasterio de San Millán de la Cogolla y del de San Pedro de Arlanza, último titular de esta propiedad antes de su donación a las villas condueñas en 1581, según datos aportados por la Asociación Sierra Pelendona.
En la ermita no hay altares, ni excesivos elementos decorativos Resalta la imagen de la Virgen, y la techumbre de madera. En la base de el campanillo exterior aparece grabada la fecha de 1921, año en el que se acometió la reconstrucción del templo, que tuvo obras de mejora, ya en los años noventa del pasado siglo.