El Demandafolk fue creado en 2007 por la Asociación ¡Qué la Sierra Baile! con el objetivo de recuperar la zona de la Sierra de la Demanda, marcada por la notable pérdida de población. Desde la agrupación ya aseguraron que se trataría de un festival no convencional dirigido a todos los públicos, cuya misión era la de cumplir con los valores de la diversión, la sostenibilidad, el buen rollo y el aprendizaje de tradiciones y costumbres. Un propósito que se ha cumplido durante las 14 ediciones realizadas.
En 2013 recibió el primer premio de medioambiente de la provincia de Burgos por ser un festival de música tradicional con un bajo impacto ambiental para el que se realizan actividades medioambientales complementarias que incluyen, entre otras, la recuperación de zonas de acampada y estacionamiento de vehículos; la realización, cada mes de marzo, de plantaciones; la promoción de actividades que fomentan comportamientos respetuosos con la naturaleza entre los asistentes y la elaboración de distintas exposiciones y talleres ambientales.
CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN
El pasado mes de mayo de 2023 la asociación ¡Qué la Sierra Baile! publicó un comunicado informando a la población sobre su renuncia a la dirección del festival. Diego Serrano, presidente de la asociación aseguró que, a pesar de que no iban a seguir dirigiendo la nave, el Demandafolk seguía teniendo futuro, le pasaban el mando a una nueva entidad. “Estamos en vías de traspasar la gestión a la que, creemos, es la mejor entidad para continuar nuestro legado, AGALSA, que lleva desde 1994 potenciando el desarrollo socioeconómico de la Sierra de la Demanda”.
Este cambio se debe a la falta de energía por parte de la asociación ¡Que la Sierra Baile! para poder sacar el festival adelante. La pandemia causada por el COVID´19 tuvo un gran impacto, se convirtió en un lastre que venció a las ganas y el ímpetu por seguir adelante. Otro de los motivos por los que la agrupación deja de ser el comandante de este barco son las obligaciones que, con el paso de los años, han ido adquiriendo cada uno de los miembros. Responsabilidades que no les permiten dedicar el tiempo necesario al festival. A esto se suman otros problemas como la ausencia de relevo generacional o el reto que supone el cambio climático con el riesgo de incendios en la zona.
Sin embargo, Diego Serrano aclaró que, a pesar de dejar esta etapa atrás, el privilegio de haber podido dar vida a un proyecto cultural de tantísimo valor era superior a la tristeza que pudiesen sentir. Han sido muchos años de emociones, aprendizaje y buenos momentos.
Desde el Grupo de Acción Local Sierra de la Demanda (Agalsa), informan que están a la espera de una reunión junto con la asociación ¡Qué la Sierra Baile! en la que se tratarán y abordarán los temas necesarios para saber si el Demandafolk podrá celebrarse este 2024. Aún quedan muchos trámites que gestionar para que, desde Agalsa puedan asegurar que haya una nueva edición del festival.