El lanzamiento de cohetes dio comienzo a las fiestas. Después tuvo lugar la merienda castrillense que estuvo muy animada un año más y a la que se sumaron tanto vecinos como turistas. Estos últimos no quisieron perderse unas fiestas tan originales y atractivas. Después la charanga los Chones se encargó de animar musicalmente la velada. Lo cierto es que su repertorio hizo las delicias de todos y también su buen hacer y la calidad que demuestran en cada una de sus actuaciones.
Tal vez el acto más institucional fue la recepción de autoridades e invitados. Se trata de un acto protocolario que ensalza la unión y la colaboración. Del mismo modo, el izado de banderas y el himno volvió a acaparar la atención de todos los asistentes. Y es que los castrillenses están muy orgullosos de su municipio, de sus costumbres y por su puesto de su bandera y de su himno. La procesión con los pendones hasta la ermita de Santa Ana fue el acto más colorido y uno de los más seguidos de todas las fiestas.
La caldereta volvió de nuevo a ser el acto central un año más. Y es que es uno de los actos más entrañables de la romería de la muela. Allí se reúnen todos en hermandad para disfrutar tanto de la comida como de la compañía y de la conversación. Es un acto donde muchos vecinos que no se ven durante el año tienen la oportunidad de volverse a encontrar. En definitiva, la romería de la muela en Castrillo de la Reina ha sido un éxito de participación y de organización.