La colaboración vecinal ha hecho de nuevo posible la pingada del pino mayo en Molinos de Duero, en uno de los escenarios más bellos de la comarca, frente a la iglesia, en la plaza rodeada de casas de piedra.
El empuje de los vecinos, hijos del pueblo y gente vinculada con Molinos ha permitido alzar el pino, tras su traída con los bueyes desde el monte, con la ayuda de las sogas y maderas, con las populares tijeras, y la fuerza y el tesón de los presentes.
Ángel Leiva, quien mantiene casa abierta en Molinos de Duero y frecuenta en diferentes épocas del año la población, ha logrado captar con su cámara algunos de los momentos más especiales de la pingada de este año.