Ambos quería que fuera original, diferente y que irradiara vida y alegría. Les vino la idea de la isla flotante como algo mágico basándose en la película Avatar. Álex dio los primeros trazos a mano alzada y Cristina se encargó de pintarlo y retocarlo de forma digital. Si uno se fija cuidadosamente se pueden ver en el cartel muchos elementos que son representativos de Moncalvillo.
En lo alto estaría la imponente iglesia de San Pedro Apostol, el patrón del pueblo. A mano izquierda un enebro, árbol identificativo de la zona. En la antiguedad en Europa llevaban encendidas las ramsa de enebro a los campos y las granjas para que su energía protectora se extendiera sobre los animales y los granos. En el cartel también se puede ver el carro de enramar a las mozas, una de las tradiciones más antiguas de Moncalvillo.
El tamboril y los instrumentos de viento forman parte del toque a dianas por las mañanas. Los animales hacen referencia a los que todavía se pueden encontrar en el pueblo. Las flores de colores evocan a la diversidad de flora tan variada que se tiene en el pueblo. Y las hojas decorativas del cartel central son de roble, árbol también de la zona de la Sierra de la Demanda. Para los celtas era un árbol sagrado que representaba la longevidad, la fuerza, la nobleza, la libertad, la sabiduría y la familia.
Los vecinos esperan todo un año para festejar sus fiestas de San Pedro, unas de las más animadas y concurridas de toda la zona de Pinares. Hay actividades para todos los gustos y públicos y merece mucho la pena acercarse a conocerlas y disfrutarlas.