El rito de la matanza del cerdo arrancó en Navaleno sobre la una del mediodía. El animal se trajo sacrificado a a plaza. Se procedió al socarrado, apertura en canal y extracción de las vísceras. De forma paralela, se fueron preparando las primeras morcillas y chorizos. Continuó el evento con la degustación de los manjares del cerdo con chorizo, pancenta, costillas y morcilla para unas 250 personas. El frío y el chirimiri fueron protagonistas de la mañana invernal.
A partir de las diez de la mañana se probaron las pastas con licores matutinos. El equipo de organización de la matanza estuvo integrado por miembros de la Asociación Cultural El Botón. La canal del animal se sorteó en dos mitades al finalizar los actos entre quienes han adquirido los boletos, además de los chorizos elaborados en la plaza. Dos de los números agraciados se presentaron al poco del sorteo, quedando pendiente de encontrar propietario el 327.
La música tradicional esuvo amenizada por el grupo soriano 'Toques del Duero'.En el acto estuvo presente el alcalde de Navaleno, Paulino Herrero, quien anunció la compra de una 'mesa caliente' para que, en posteriores ediciones, puedan estar a punto las viandas que se preparan durante la mañana.