Neila cuenta en esta crisis sanitaria y económica del coronavirus con varios inconvenientes. Uno de ellos es su ubicación, fuera de las principales vías de comunicación en la zona, como son autovías, carreteras nacionales y autonómicas. Otro es la edad elevada de los habitantes que residen habitualmente en el núcleo de población. Y la tercera es la ausencia de tiendas y comercios en la localidad, agravado desde que se cerró la última tienda permanente con alimentos de primera necesidad.
Sin embargo, ante esta situación de desigualdad, los vecinos "somos como una piña, y nos ayudamos entre todos", confirma el alcalde, Máximo Rubio, quien recuerda que funcionamos con "un servicio a domicilio" para que a la gente que aquí vive "no le falte de nada".
Quienes pueden desplazarse hasta las tiendas y supermercados "hacen los encargos y se los traen a casa". A ello se suma el servicio de alimentación cada quince días, y el constante del pan.
"Yo me he ofrecido ya que subo todos los días desde Quintanar a Neila", comenta Javi, regente del Hotel Villa de Neila, "pero de momento no me han dicho nada", confirma.
Neila, que intenta hacer frente al aislacionismo y envejecimiento, cuenta una clara ventaja, según afirma el alcalde, "y es que es como un privilegio que tengamos el monte en la puerta de casa", con lo que se evita que se permanezca cerrado, y a la vez se cumple con los requerimientos del estado de alarma.
Desde el Ayuntamiento de Neila, se ha publicado un bando en que se extpresa "que son momentos en los que más que nunca debemos permanecer juntos",. El alcalde insta a los vecinos a que "cuiden de su comportamiento para no añadir más molestias a las que esta situación nos crea"
El primer edil pide también a "los que están lejos de nosotros", que permanezcan en sus lugares de residencia, puesto que "ya habrá tiempo de volver a vernos cuando todo esto haya pasado".