El paso de los meses en la legislatura iniciada el pasado año hace más difícil la comprensión, por parte de la oposición, de la forma de gobernar de la actual alcaldesa de Quintanar de la Sierra, Yasmina Lozano.
El malestar imperante se ha visto atenuado por la ausencia de la alcaldesa ni de ningún representante del equipo de gobierno en la asamblea ordinaria de la Asociación de Pinares y El Valle para el desarrollo rural integral (Asopiva) el pasado 2 de abril en San Leonardo de Yagüe.
En 25 años de historia del grupo de acción local nunca se había ausentado la representación de Quintanar de la asamblea ordinaria. El Ayuntamiento fue clave en la formación de la asociación en 1991, cuando entonces presidía la corporación el también socialista Julio Pascual.
"Quintanar está ausente, ni aparece en el mapa", comenta la ex alcaldesa, Montse Ibáñez, quien está viendo con preocupación la inactividad que impera en el Consistorio "en un momento clave para el futuro de estos pueblos".
La actual alcaldesa tampoco acudió a una de las reuniones de la Mancomunidad Alta Sierra de Pinares, y ella no se presentó, aunque sí hubo representación municipal, a la última reunión del Comunero de Revenga.
El diputado provincial y alcalde de Canicosa de la Sierra, Ramiro Ibáñez, no entendía cómo este año no se va a celebrar la Feria de la Cecina cuando en anteriores ediciones se le ha dado un impulso fuerte para la proyección del municipio y dinamización del sector hostelero.
Los problemas en el Ayuntamiento comenzaron prácticamente con el arranque de la legislatura, y se vieron complicados con la denuncia de la primer edil a la secretaria municipal y se agravaron con la dimisión de la teniente de alcalde, María Jesús Chicote. La incorporación del nuevo secretario, Jesús Manuel Pérez, se espera, por parte de la oposición, como una forma de ayudar a normalizar la gestión municipal.