Las numerosas posibilidades con las que cuenta Revenga hacen de este espacio uno de los más visitados de la zona. O al menos ese título ostentaba hace una década cuando todos sus servicios se encontraban activos. Mucho ha cambiado el escenario desde entonces y lo cierto es que de todo lo que cuenta este enclave natural sólo uno de los servicios está a día de hoy activo para uso de los visitantes: la Casa de la Madera. El resto, -bar restaurante, el parque de tirolinas ‘De pino a Pino’ y las aulas de la naturaleza-, se encuentran cerrados al público. Una situación a la que se ha llegado, entre otras cosas, debido al ‘granito de arena’ que en estos últimos años ha aportado la pandemia.
¿QUÉ PASA CON EL BAR?
Que se vuelva a abrir el bar-restaurante es algo muy importante para Revenga, por el dinamismo que se ha generado siempre en este espacio. Se encuentra cerrado desde algo más de dos años, y las aulas de la naturaleza que se destinarán a la llegada de colegios, empresas y colectivos para la realización de actividades, -y que se crearon recientemente-, ni siquiera han llegado a estrenarse todavía. En la puesta en marcha de todos estos servicios se encuentran trabajando los alcaldes de las tres poblaciones, que desde hace tiempo buscan la fórmula para que alguna propuesta seria ponga en marcha este espacio y todo vuelva a ser como antes e incluso con mayor proyección.
Ramiro Ibáñez, alcalde de Canicosa, confía en que Revenga se reactive muy pronto, y que sea una única empresa la que gestione tanto el bar-restaurante como las aulas de la naturaleza. “Ese es el objetivo y tenemos interesados que nos están mostrando una propuesta seria que podría llegar a buen puerto.”
Montse Ibáñez, alcaldesa de Quintanar, explica que “a esta situación se ha llegado por razones ajenas a nosotros. Hemos sacado pliego en numerosas ocasiones, pero hasta ahora no ha sido posible conseguir una oferta seria. Incluso en el último pliego del mes de enero no se presentó ninguna oferta. Una de las circunstancias que más ha podido echar para atrás a la gente es que solo sale a pliego el bar y el restaurante, no el albergue ya que no cumple la normativa. Pero aún así, es una oportunidad muy buena, ya que es un negocio con muchas posibilidades.”
Ibáñez asegura que es muy probable que este año se reactive este servicio, “ya que existe una propuesta muy interesante con la que se están teniendo las conversaciones oportunas. Por lo que sí hay interesados actualmente en abrirlo. Algo que es una muy buena noticia para la zona, porque es una pena que esté tan desangelado. Es una lástima que un sitio así esté tan desaprovechado”, añade la alcaldesa de Quintanar.
“Ha estado cerrado por muchas circunstancias ajenas a los Ayuntamiento”, asegura desde Regumiel el alcalde José Luis Vázquez, coincidiendo con el resto de alcaldes en que “ahora se tienen muy buenas previsiones de que se reactive, ya que hay propuestas firmes que podrían poner en marcha todo en conjunto. Confiamos que sea este mismo año cuando pueda estar todo en marcha”, explica Vázquez.
LAS TIROLINAS, SIN FUTURO
Otro tema muy distinto que no tiene buenas expectativas es el caso del parque de tirolinas ‘De pino a Pino’ que cerró en 2018 por falta de mantenimiento y por ser un peligro su uso para los visitantes debido al deterioro de las estructuras de los seis circuitos y el estado de los pinos en los que iban enganchadas. Desde entonces, cada año que pasa, su reapertura parece más imposible por el coste que supondría su arreglo. Por tanto, puede decirse que este atractivo se pierde para el Comunero.
LA CASA DE LA MADERA, EN OBRAS
La Casa de la Madera es uno de los mayores estandartes de Revenga. Es un edificio que no deja a nadie indiferente y que se hizo hace trece años con el objetivo de crear un museo vivo del propio bosque. En él se está llevando a cabo una actuación urgente desde Patrimonio Natural de Castilla y León en la que se han retirado en estos últimos meses los grandes troncos de pino que hacían de cubierta, como consecuencia del comienzo de un desplazamiento de este material en su zona derecha -según se mira el edificio de frente- y de pudriciones del mismo, con la peligrosidad que podía tener el no actuar de forma inmediata. Se dio la voz de aviso por parte de los alcaldes y se actuó rápidamente desde Patrimonio.
Ya ha finalizado la primera fase y de forma inminente dará comienzo la segunda, “en cuanto nos lleguen los troncos que se van a instalar”. Y es que se van a colocar nuevos troncos de pino de 7,5 metros de largo sobre la estructura auxiliar para conservar la imagen característica de la Casa de la Madera. Una estructura de pórticos de perfiles de acero que garantiza su estabilidad aunque el paso del tiempo los vaya deteriorando.
“Se está procediendo a la corta de los troncos que después llevarán el tratamiento autoclave para una vez listos puedan ser colocados. En total, 60 troncos de la zona”, explican apuntando que “esperan que todo esté concluido para mediados de junio o finales como mucho”, señalando que a pesar de las obras la Casa de la Madera se encuentra abierta al público con total normalidad.
CAMPAÑAS ARQUEOLÓGICAS
Uno de los mayores éxitos de Revenga son sus tesoros a ras de suelo que no dejan a nadie indiferente. Por ello, se vienen desarrollando todos los años trabajos de investigación por parte del Grupo de Investigación en Arqueología Medieval y Postmedieval de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, que lleva años investigando la historia del yacimiento altomedieval de este lugar que se ha convertido en una toda una referencia científica.
Este verano vuelven los trabajos, a falta de confirmar fecha exacta pero se estima que será a mediados de agosto, volviendo a colocar Revenga como punto de referencia a nivel internacional, por la importancia de los restos localizados de sus viviendas y sus espacios de producción con una cronología inicial desde el siglo V hasta su abandono en el siglo XIII en un yacimiento que ocupa unas dos hectáreas y que hasta el presente se ha actuado en unos mil metros cuadrados. Karen Álvaro es la persona encargada de dirigir estos trabajos que arrancaron allá por el año 2014 y que se extenderán, en principio, hasta el año 2025.