Creo que los bares se deben abrir para cerrar las heridas. Esta una frase maravillosamente elegante del gran Fito Cabrales. Y sí, lo que daríamos por poder volver a nuestros amados bares para cerrar todas nuestras heridas. Porque los bares son como los buenos matrimonios, para toda la vida Lugares cálidos y amables donde reír y llorar, y sentir y amar y también a veces donde dejar de ser amado. Sitios con encanto donde se besa y se abraza y se baila y se canta en torno a una buena mesa, una cerveza, un café o una copa bien apañada. Los bares son nuestros refugios frente a las tormentas. Esos sitios “comunes” donde podemos perdernos o pedir que no nos encuentren. Y más ahora, que estamos confinados para tratar de vencer a un enemigo invisible. Un enemigo letal que no entiende de colores, razas o fronteras. Y es que la crisis sanitaria provocada por el Covid 19 ya se ha transformado en una crisis económica devastadora que ya amenaza nuestro presente y nuestro futuro.
Y en esta crisis, el sector del turismo y la hostelería son junto con el sector cultural y de ocio los mayores perjudicados. Además, nuestros pueblos de pinares sobreviven en gran medida gracias a esos dos sectores clave en la economía en España. Por eso, el daño económico si no cambia la situación puede ser realmente importante. Luis Alberto Simón, chef del conocido y respetado restaurante El “Cenador” de Quintanar cree que es un gran momento para reinventar de nuevo los negocios. Ya se ha puesto en marcha para tratar de unir a los hosteleros de la localidad serrana para hablar con la alcaldesa y buscar soluciones. “No podemos venirnos abajo en estos momentos. Tenemos que hacer todo lo que podamos para poder salir de esta situación cuanto antes”.
“Seguramente en los pueblos sea más fácil poder hacer la desescalada económica y creo que se pueden adoptar medias para abrir nuestros negocios cuanto antes. Si que es verdad que la situación es límite y que hubiéramos necesitado medidas económicas directas para haber podido hacer frente mejor a todos los gastos que lleva asociados ser autónomo y tener una empresa. Aun así, yo no me rindo. Quiero crear un canal en Youtube donde poder enseñar a cocinar de forma sencilla y amena. Creo que sería una gran idea usar internet como plataforma para poder impartir cursos online. Y además, también tengo en mente crear un servicio de comida a domicilio que en principio pondría en marcha los fines de semana. Tengo claro que no puedo parar. Que no debo parar y que hay que levantar el negocio como sea”, matizó Luis Alberto.
Alfonso Camarero, gestor y “chef” del afamado restaurante Mudarra de Salas de los Infantes, se encuentra en una situación similar. Le cuesta dar crédito a lo que está pasando y es la incertidumbre la que pone muchas veces en jaque sus pensamientos. “El nivel de stress en el que vivo es impresionante. Y eso que trato de cambiar esta situación cambiando mis pensamientos negativos para convertirlos en positivos”. Alfonso le toma la palabra a Luis Alberto porque “es momento para cambiar y reinventarnos”. Camarero cree además Salas de los Infantes y la comarca deben “apostar por asociarse de verdad para ser competitivos” en un sector que va a cambiar de forma drástica. Alfonso además cree que sólo creando asociaciones fuertes se puede luchar por repoblar la España Vaciada. “No somos la España vaciada, somos la España olvidada. Tenemos recursos suficientes para convertirnos en un sitio turístico de primer orden. Nos falta tal vez iniciativa, confianza y unión para luchar por un objetivo común”,explicó´Alfonso.
David Alba abrió el Leone Baryloche en Hontoria del Pinar en 2004. Es considerado como uno de los bares de referencia en la comarca de pinares. Y lo es porque David siempre ha apostado por la cultura y la dinamización social. “Hemos conseguido organizar más de 40 conciertos. También hemos realizado exposiciones de fotografía, monólogos y colaboraciones”, comentó David. A pesar de la tormenta provocada por la incertidumbre David trata de ver las cosas con optimismo. “Afortunadamente conseguí la ayuda de autónomos del gobierno. Y además, me llevé una maravillosa sorpresa al ver que mi casero no me había cobrado el alquiler del último mes. Saldremos de esta si de verdad nos unimos para luchar contra el virus”, concluyó David.
