El pasado martes 20 de octubre la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) entregó al Banco de Alimentos de la capital de Burgos 1.000 kilos de patatas, procedentes de Basconcillos del Tozo que serán destinados a las familias más necesitadas de Burgos.
Desde UPA quieren responder a un acto de solidaridad con las personas que más lo necesitan en esta delicada situación provocada a raíz de la pandemia de la Covid-19. Y es que son muchas familias que a causa de esta crisis sanitaria se han visto en el umbral de la pobreza al no recibir ningún tipo de ingreso y que por primera vez han tenido que acudir al Banco de Alimentos.
El consumo de la patata en España está cifrado en 25 kilos por persona y año, es por ello que desde la Unión de Pequeños Agricultores han querido realizar cientos de kilos de este producto tan básico en la cesta de la compra de todos los hogares españoles.
Desde UPA recuerdan que se está demostrando los amplios colectivos sociales de la provincia de Burgos y ellos forman parte de ese mapa solidario.
Han decidido colaborar con el Banco de Alimentos porque consideran que es una institución humanitaria “que tanto está haciendo, ayudando y trabajando por la sociedad de nuestra provincia y región en momentos tan críticos como los actuales con un aumento de las demandas de asistencia por parte de muchos colectivos vulnerables”.
El objetivo de UPA es que “esta modesta cantidad se reparta entre las personas que más lo necesiten, y por lo tanto para las personas de mayor vulnerabilidad en estos momentos”.
Reivindicaciones
Además, con este acto solidario también quieren reivindicar la defensa de un sector productor como es el de la patata que se encuentra actualmente sufriendo una gravísima crisis de precios.
Recuerdan que los cultivadores de patata son héroes “por su encomiable labor como productores de primera calidad en momentos tan duros” y a esto se suma que “sufren en primera persona los altísimos costes de producción y que ven imposible rentabilizar su trabajo en la explotación con los precios, en algunos casos, tan bajos por sus producciones”.
Califican como ruina los precios que está percibiendo los productores de patata de la región, “en algunos casos son de 0,04/0,05 céntimos de euro por kilo, lo que supone un desastre económico absoluto para sus explotaciones”.
Los precios actuales con contrato oscilan entre los 0,10 a 0,20 euros por kilo dependiendo de la variedad, pero en los casos de venta sin contrato se derrumban incluso hasta los 0,04 euros por kilo “y en Castilla y León el porcentaje de esta situación podría oscilar entre el 40 y el 50%”.
UPA considera “incomprensible que se estén pagando estos precios y que se esté aprovechado la crisis de la Covid-19 por parte de operadores sin almacén, que compran y venden patatas desde el coche y con el móvil, para hundir miserablemente al mercado”.
Ley de Cadena Alimentaria
Denuncian que así se incumple flagrantemente la reciente Ley de Cadena Alimentaria, que estipula la prohibición de pagar precios por debajo de los costes de producción.
Es por ello que UPA reclama a la Junta de Castilla y león y a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura que se investigue lo que está ocurriendo en la región que perjudica gravemente a los productores además de incumplir de forma evidente la Ley de Cadena Alimentaria.
También lamentan que sigan entrando patata francesa “a pesar de estar hundido el mercado español, y por eso reclamamos máxima vigilancia para que se cumplan todas las obligaciones en el etiquetado del producto y los consumidores no sean víctimas de publicidades engañosas”.
Por otro lado, UPA reclama “que se impulse la interprofesional del sector, de reciente creación, para el sector productor regional y que se promocione el consumo de patata, el etiquetado en origen y los contratos tipo homologados”.
Banco de Alimentos
La asociación del Banco de Alimentos de Burgos nace a finales del año 1995 y comienza a realizar su actividad en el año 1996, se trata de una asociación de carácter social, sin ánimo de lucro y basada en el voluntariado que tiene como objetivo “la lucha contra el despilfarro, captando y gestionando excedentes alimentarios y aportaciones voluntarias para donarlos a centros asistenciales y colectivos necesitados de Burgos y su provincia”.
Este Banco de Alimentos está formado por los voluntarios que trabajan de forma habitual. Todas estas personas provienen de distintos colectivos, desde personas jubiladas hasta personas en activos y jóvenes que deciden aportar cada uno voluntariamente su tiempo libre y sus conocimientos de gestión, capacidades técnicas y manuales.
Su financiación proviene de las subvenciones públicas y los donativos públicos y privados, con los que se mantiene la estructura mínima.
Además de lucha contra el despilfarro de alimentos también ayudan al medio ambiente ahorrando los costes en la destrucción de alimentos y ayudando al reciclaje y la reutilización de materiales.
Las personas beneficiarias no tienen por qué estar en situación de pobreza ya que ellos contribuyen a la integración social de personas en peligro de exclusión y que “gracias a estas ayudas muchos pueden pagar sus facturas o recibos” afirman desde el Banco de Alimentos de Burgos.
El Banco de Alimentos de Soria también quiso agradecer estos meses la generosidad de la ciudadanía y las empresas, entidades financieras, asociaciones, instituciones y fundaciones por su compromiso y la muestra de solidaridad.
Desde BALSO notaron “un progresivo aumento de la demanda” y creen que esta pandemia dejará un incremento de hasta un 25% de personas en situación de vulnerabilidad.
Ángel Crespo, presidente de la entidad recordó que “gracias a las aportaciones que llegan, así como a las generosísimas donaciones empresariales, dotará al BASO de unos fondos que servirán para distribuir miles de kilos de comida y paliar la falta de recursos para poder seguir atendiendo a todas esas personas desfavorecidas y vulnerables en sus necesidades básicas alimentarias, que es nuestra tarea y nuestro objetivo social.
La Gran Recogida
Esta gran recogida de alimentos que se realizó durante el pasado año fue todo un éxito donde consiguió recaudar en toda España 21 millones kilos de alimentos. Además ya ha comenzado la cuenta atrás para esta nueva Gran Recogida de 2020 que se celebrará del 16 al 22 de noviembre.
Este año debido a la situación actual cuenta con una nueva forma de donar, en las cajas de supermercados y tiendas será del 16 al 22 de noviembre. Y como novedad también se realizará una Gran Recogida online del 16 de noviembre al 6 de diciembre.
Este año al realizar la donación al pasar por la caja del supermercado habrá que pedir hacer una donación económica al Banco de Alimentos donde existirán diferentes bonos para elegir.
Gracias a la donación económica podrán comprar los alimentos directamente para así poder garantizar la seguridad tanto de los donantes como de los voluntarios.
También se podrán realizar estas donaciones de manera online y es que la pandemia ha obligado a prescindir de realizar la recogida de alimentos física tan característica que venía realizando estos últimos años atrás.
Para esta Gran Recogida los Bancos de Alimentos necesitan voluntarios que colaboren en las tareas informativas y de llamamiento a la participación en supermercados y tiendas.
Debido a la pandemia y para garantizar la seguridad de donantes y voluntarios, este año se ha habilitado una nueva forma de donar las cajas de los supermercados diferente a la tradicional recogida física de alimentos. Es por ello que desde el Banco de Alimentos necesita de la máxima colaboración ciudadana para hacer una Gran Recogida de éxito.
Con 11.000 puntos de recogida en toda España esperan poder volver a batir un nuevo récord en este año tan complicado para muchas familias.