Por su historia, singularidad, escenificación y atractivo, La Pinochada de Vinuesa se merece una declaración de Interés Turístico Nacional. Asi lo piensan muchos visontinos y visitantes que llegan a la Corte de Pinares en estos días. La tramitación para obtener esta catalogación no es fácil, y pese a los intentos de corporaciones locales. En estos últimos años, las redes sociales están teniendo un protagonismo especial, y a través de ellas se está consiguiendo una proyección internacional a una arraigada tradición.
La mañana del 16 arranca sobre las diez y media con el reparto de pinochos. Después las piñorras, separadas en dos filas de solteras y casadas ascienden hasta la plaza donde se lleva a cabo el ritual de la Pinochada. En la jornada juegan un papel fundamental las dos Cofradías: la de La Virgen del Pino y la de San Roque, los casados y los solteros. Este año, Javier Coronado como Capitán e Ignacio Foxá, como Alférez de la Virgen del Pino, y Pablo Garrido y Miguel Garrido en la de San Roque. La familia de Mercedes Foxá será la encargada de la Ofrenda de la Vela el lunes 14 de agosto, y María García, por La Virgen del Pino, y Paula Antolín, por San Roque, lo hará el segundo y último día.
La ‘batalla’ da comienzo con el enfrentamiento, en primer lugar, de los hombres. La ceremonia se repite por tres veces, quedando victoriosos en la lucha los casados. Una vez concluida ‘,y siguiendo la costumbre en La Pinochada, las mujeres comienzan a repartir inesperados pinochazos a los hombres, indiscriminadamente, y éstos, no pudiendo huir, se someten al castigo, dando gracias y contestando “ de hoy en un año”.
En el centro de la plaza, el Mayo alzado presidió el 14 de agosto la escena. Es el primero de los dos, ya que, posteriormente, se elevó el de la ermita de La Soledad. El 15 de agosto se ven desfilar las imágenes de La Virgen del Pino y San Roque, con trajes populares y bailes a ritmo de gaitas y tamboriles. El 17 y el 18, el escenario de la fiesta pasa a El Regajo. El 17, con la becerrada, en la que es la única plaza en madera de toda la comarca. El 18 con la caldereta, que pone el punto y final al programa de festejos de estos días.