El Río Duero Soria comenzará la próxima semana los entrenamientos de cara a la siguiente campaña liguera y lo hará con ilusiones renovadas a las órdenes de Alberto Toribio. No obstante, si el reinicio de la actividad deportiva estará marcado por algún aspecto, ese es la ausencia del central soriano Albero Salas, quien ha decidido colgar la camiseta número 16, después de ofrecer durante más de dos décadas un nivel de juego de altas prestaciones. Su ausencia en la cancha, aunque a buen seguro que seguirá apoyando a sus compañeros desde fuera, será difícil de reemplazar ya que a pesar de no haber podido disputar muchos partidos por sus compromisos laborales, no cabe duda de que su calidad tanto humana como voleibolística pasará a la posteridad del voleibol soriano.
La gratitud del club soriano hacia Alberto Salas no puede ser mayor, ya que cabe recordar que este jugador ha participado en todas las temporadas de existencia del Río Duero Soria hasta el momento, es decir, desde la 2013-2014, algo que a partir de ahora quedará, en exclusiva, para el capitán Manuel Salvador. Y lo ha hecho a pesar de que sus compromisos laborales le han impedido participar en muchas sesiones de preparación y partidos, una circunstancia que cualquier otro jugador no habría podido compaginar, menos aún, durante tanto tiempo. Sin embargo, su capacidad de sacrificio y trabajo, junto a su indudable calidad como jugador, le han permitido rendir a un nivel de juego muy alto a pesar de todos los inconvenientes. Más allá de su espectacular palmarés, que ya de por sí le sitúan entre los mejores jugadores sorianos de la historia, no hay que olvidar que Salas también fue capaz de cambiar su demarcación de central a opuesto cuando las circunstancias de juego y lesiones de jugadores como José Antonio Casilla lo requirieron en el, entonces, equipo numantino. Todo ello en un tiempo record y ofreciendo unas prestaciones que bien podrían haberle permitido continuar su carrera en dicho papel.
Pero no es necesario remontarse tan lejos, la campaña pasada, por ejemplo, Salas jugó en cinco encuentros. En el primero de ellos, ante Textil Santanderina, fue uno de los jugadores que lideró al equipo para conseguir una victoria esencial, con números similares a los mejores centrales de la Superliga masculina a pesar de no contar con dedicación exclusiva. Fue una de sus últimas exhibiciones en la cancha de Los Pajaritos, sellando siete puntos, uno de ellos, de bloqueo.
Durante sus años de celeste ha participado en ocho campañas, a sumar a las doce campañas anteriores que estuvo también en Soria y las dos temporadas que militó en Unicaja Almería (2010-2011 y 2011-2012). Con el Río Duero Soria ha jugado en 73 encuentros con un total de 226 parciales y 448 puntos anotados. Claro que mayores fueron sus logros anteriores, defendiendo la camiseta de la selección española absoluta de voleibol, sumando una Copa del Rey, dos títulos de Supercopa y varios subcampeonatos de Superliga.
Enrique Guiu, otra ausencia
El Río Duero Soria da por cerrada la plantilla y cuerpo técnico de cara a la próxima temporada. Con Alberto Toribio como entrenador principal; Elías Terés como segundo técnico; Miriam Barranco como fisioterapeuta; Juan Carlos Petreñas como estadístico; y Alberto Ruiz como preparador físico. Una relación en la que también se echa en falta a Enrique Guiu, quien también ha decidido no continuar en la presente campaña en el banquillo soriano.
En el caso del plantel de jugadores, cabe recordar que componen la plantilla Jaime Pérez, Manu Salvador, Álvaro Gimeno, Lucas Lorente, Igor Silva, Adrián Olalla, Óscar Serna, Pepe Villalba, Álex San Martín, Juan Francisco Frías, Luis Martín, Xavi Folguera y Mario Dos Santos.
Por tanto, el club quiere agradecer el trabajo realizado por los componentes del club que han finalizado su vinculación con el Río Duero Soria así como desear a todos ellos muchos éxitos tanto personales como profesionales en sus próximas etapas. Se trata de Enrique Guiu, Dani Martín, Javier Izquierdo, Gerard Osorio, Fernando Pires y Alberto Salas.