La Vuelta a Andalucía comenzó con una exigente jornada de montaña en la provincia de Málaga, en la que Ander Okamika fue protagonista desde la escapada. El vizcaíno regresaba a la competición tras unas semanas de reposo por culpa de una caída sufrida en la Volta a la Comunitat Valenciana, que le había afectado a la rodilla. Su presencia en la fuga le permitió recuperar las buenas sensaciones sobre la bicicleta, aguantando en cabeza de carrera hasta el Alto de Canillas, el puerto más duro de la jornada. Allí se rompió la carrera, lejos de la meta en Cueva de Nerja, donde José Manuel Díaz fue el primero de los morados, en el puesto 22º. El jienense cedió dos minutos con respecto al ganador, en una etapa que marcó las primeras diferencias importantes en la clasificación general.
La fuga de ocho corredores se formó pronto tras la salida en Torrox. Ander Okamika se unió a otros siete corredores y pronto se distanciaron del pelotón en el Alto del Mirador de la Axarquía y el Alto del Zurrón. El corredor del Burgos Burpellet BH puntuaba en ambas subidas, pero no lograría hacerse con el maillot de la montaña. El grupo mantuvo una ventaja de unos cuatro minutos hasta el ecuador de la prueba, cuando el pelotón aumentó el ritmo en el Alto de Canillas. Esto también aceleró la marcha en cabeza de carrera y el grupo se rompió, quedando Okamika intercalado.
El vizcaíno se unió a varios corredores que habían atacado desde el grupo principal, pero acabó cediendo a 40 kilómetros de meta, en la subida a Cómpeta. El pelotón se había reducido a apenas una veintena de corredores, entre los que aguantaban José Manuel Díaz y Mario Aparicio. Ambos resistieron con el grupo hasta la ascensión final al Alto de Frigiliana. El jienense fue quien más lejos llegó, terminando 22º en un tercer grupo de carrera, lo que le mantiene bien situado en la clasificación general. Además, subió al podio para recibir el maillot de mejor andaluz de la carrera.
Ander Okamika: “Sobre el papel, parecía una de las etapas más duras de la Vuelta a Andalucía. Pensábamos que podía haber una doble carrera, como hace tres años, cuando llegué a meta en la fuga de la primera etapa. Por ello, el equipo quería tener presencia delante. Me pude filtrar yo y formamos un grupo bueno de ocho corredores. Fuimos todo el día a un ritmo muy bueno, pero atrás varios equipos no dieron mucha ventaja. Llegamos a tener cuatro minutos a mitad de etapa, cuando comenzaba el puerto más duro del día. Con el grupo que teníamos, pensábamos que igual podíamos hacer camino hasta cerca de meta, pero atrás la carrera se volvió loca. Delante, Leknessund puso un ritmo muy duro y yo preferí mantener la calma y no cebarme. Se me fueron Silva y Leknessund y me quedé con Iribar. A partir del kilómetro 80, iba mirando por el retrovisor, porque la gente se iba moviendo. Sivakov llegó a nuestra altura y conseguí mantenerme a su rueda unos kilómetros. El recorrido era muy exigente y, en un repecho duro en un pueblo, ya no pude aguantar. Regulé un poco para coger aire, porque sabía que venía un pelotón muy reducido. Ahí intenté aguantar lo máximo posible hasta meta, aunque, después de haber gastado bastantes fuerzas durante toda la etapa en la fuga, me faltó un poco para aguantar en un grupo más cabecero. En general, contento con las sensaciones, porque ha sido un inicio de año complicado. Debuté hace dos semanas en la Comunidad Valenciana, pero, por una caída y un golpe en la rodilla, no pude dar lo mejor de mí y tuve que abandonar. Luego, estuve una semana en casa entrenando muy poco y recuperándome del golpe. Estoy contento de estar de nuevo en carrera y de dar presencia al equipo. Así que con ganas de seguir por este camino”.
La segunda etapa de la Vuelta a Andalucía recorrerá este jueves la provincia de Jaén, lo que supone una motivación adicional para los dos jienenses del Burgos Burpellet BH, José Manuel Díaz y David Delgado. La carrera saldrá desde Alcaudete, ascendiendo en primer lugar el Puerto de Castillo de Locubín y la subida no puntuable de Valdepeñas de Jaén. Tras ello, los corredores entrarán en un circuito en torno al Puerto de los Villares, cuyas rampas de más del 10% se subirán en dos ocasiones. Quedarán entonces 40 kilómetros más favorables camino de Torredelcampo. La meta estará ubicada en la Ermita de Santa Ana, después de un kilómetro final al 8%.
