Rodrigo San Miguel ha llegado al Hereda San Pablo Burgos con “muchísima ilusión y ganas” de afrontar esta nueva etapa dentro de su carrera. En el momento de elegir sus opciones para este nuevo curso, el base ha rememorado: “La llamada de Burgos fue casi instantánea. Lo tuvieron tan claro ellos que a mí me resultó muy fácil decidirme”.
Entre las motivaciones para afrontar este reto en el Coliseum junto al equipo, el jugador ha destacado: “Una de las cosas que me motivaron a aceptar el proyecto fue esa, que Paco (Olmos) y Albano (Martínez) me escogían como alguien importante para el equipo. Veían en mí un tipo de jugador que encajaba muy bien con lo que ellos querían, tanto dentro como fuera de la pista”.
La similar visión del juego entre el base y el entrenador del equipo, en la que prima el pase y, con ello, la movilidad de balón entre todos los jugadores, ayudó a que esta unión terminara por consumarse: “Mi forma de ver el baloncesto es muy cercana a la de Paco Olmos. Cuando él me llamó y me explicó lo que quería hacer y cómo lo quería hacer, a mí me gustó mucho”.
Experiencia y liderazgo para sumar al grupo
“Más allá de la experiencia, puedo liderar y ayudar al equipo a entender lo que necesitamos en según qué momento”, ha señalado Rodrigo San Miguel, que se ha definido como “un jugador que juega para mis compañeros, buscando lo que creo que es lo mejor para el equipo”.
El zaragozano ha hablado del vestuario del Hereda San Pablo Burgos que se está formando en esta pretemporada. “A nivel de grupo y de personalidades, estoy súper contento”, ha reconocido el base, que ha agregado: “Llevamos poco tiempo, pero por lo que he podido ver, todo el mundo tiene muy claro el objetivo común y lo que queremos hacer”.
Con respecto a la próxima competición de LEB Oro, que arrancará en octubre, el jugador ha recalcado: “A nivel deportivo tenemos muy buen equipo”, pero ha advertido: “No por ello vamos a ganar porque sí. Hay que ir construyendo poquito a poco. Seguro que vamos a ir a más”.
